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A la derecha de la incertidumbre

Mientras la izquierda despeja sus candidatos para 2019, el resto del espectro político sigue moviéndose entre el secretismo

Caen las hojas del calendario pero no asoman los candidatos que tratarán de desalojar al tripartito del gobierno municipal. A pesar de las probabilidades que algunos ven en el cambio de eje, y que la mayoría de izquierdas mute en las elecciones de 2019 en mayoría del conglomerado de las derechas, estas se resisten a poner las cartas encima de la mesa.

Con un PP que sigue con todas las quinielas abiertas, hasta con un cada vez más posible regreso a la casilla de salida, todas las miradas están puestas en Ciudadanos y en esas otras formaciones que aspiran a integrar un "teaparty" como alternativa al "triparty".

Por partes. En la formación naranja se mueven como si todo siguiera igual y las elecciones no estuvieran a la vuelta de la esquina. Pero la procesión va por dentro. Se supone que hay un casting para dar con el candidato perfecto, y que Luis Pacho, el actual portavoz, seguirá en las listas pero no necesariamente en cabeza. "Sería", cuenta un simpatizante de la formación, "un concejal de Economía ideal, pero no el Alcalde". Lo que buscan es un perfil profesional muy aseado, muy conocido, muy preparado y que dé en cámara. Los nombres que hasta ahora se han ido barajando, también se han ido descartando. Todavía hay algunos candidatables de oro sueltos por la ciudad que podrían encajar pero todo eso hay que casarlo con las exigencias del partido de tantos meses de militancia previa etcétera.

Luego está esa nueva plataforma cívica, con gente de los movimientos vecinales y algunos rebotados de Foro. Su pretensión es capitalizar el descontento ante la gestión el tripartito, en clave muy local y con apariencia muy profesional. De momento, han renunciado a ser agrupación de electores, es decir, de convertirse en el Somos de la derecha, y van a ser partido político.

La otra gran incógnita, y no sólo en lo tocante a sus candidatos, es Vox y la capacidad de penetración que podría tener en el Ayuntamiento. Las encuestas más entusiastas, le dan hasta tres concejales. Las menos, tres mil votos, es decir, ningún edil.

Todo este conglomerado pelea no sólo por el mismo espacio. En algunos casos, por los mismos nombres. Entro esos candidatables dispuestos a encabezar la reconquista hay un poco de todo. Jose María Navia-Osorio, exconsejero de Cascos, estuvo, por ejemplo, muy ligado al germen del que nació Oviedo21, pero ahora hay quien le sitúa en otras listas, esperando a que los grupúsculos se definan mejor. Le pasa lo mismo a Cristina Coto. Desde que dejó la presidencia de Foro y su actividad política, cotiza al alza. Dicen que le salen los números en algunas encuestas y que tiene el don de la ubicuidad como hipotética candidata: hay quien la sienta a tomar ese café aún pendiente con Cherines (Mercedes Fernández), quien le ve opciones a encabezar la lista de Vox y quien quiere que hable con Ciudadanos. Ella y los partidos con los que se le ha ligado, guardan silencio.

Nota final: En algunos estudios que circulan por los entornos conservadores, el bloque de las derechas suma 15, uno más que la mayoría que ahora sostiene a Wenceslao López.

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