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La Fábrica de Armas de Saint-Étienne, un éxito de tecnología y diseño

La ciudad francesa inició en 2009 la regeneración de un recinto fabril muy similar al ovetense

Arriba, el nuevo barrio; debajo, la fábrica de Saint-Étienne en 1866. UNESCO

Entre los muchos casos de éxito que se han analizado para buscar soluciones a la fábrica de La Vega, destaca el de la Fábrica de Armas de Saint-Étienne, por sus similitudes con el caso ovetense.

La ciudad francesa, cabeza de la región del Loira, ya guarda parecidos con Oviedo, por extensión y población. Pero también el recinto fabril se parece al de aquí. Como dos gotas de agua. La Fábrica Nacional de Armas (MAS, por sus siglas en francés) se puso en marcha en 1864, ocho años después de que empezaran a funcionar las naves de la Vega, en 1856. La extensión de 12 hectáreas de todo el conjunto es también equivalente a los 122.000 metros cuadrados de la parcela de Oviedo.

Donde empiezan las diferencias, y en lo que los franceses llevan ventaja, es en el proceso de regeneración de la fábrica para convertirla en un polo de actividad económica y de punta de lanza creativa para la ciudad. En palabras del arquitecto y urbanista Alexandre Chemetoff, uno de los responsables de pensar la nueva vida de la fábrica junto al estudio alemán LIN de Finn Geipel, que realizó el edificio de la Ciudad del Diseño, se trató de "ilustrar una economía inventiva, de transformar rápido, suscitar nuevos usos y traer aire fresco, siempre en diálogo y conocimiento de la historia del territorio, reutilizando edificiosde, porque es esa la una coherencia global capaz de absorber la instalación de empresas y el desarrollo futuro".

En la práctica, las instituciones locales se pusieron a trabajar con la parcela en 2000, cuando ya llevaba quince años prácticamente abandonada. En 2009 se inauguró la Ciudad del diseño y en 2014 se contemplaba un desarrollo de un área mayor, de 230.000 metros cuadrados, para generar un barrio dedicado a la creación y la innovación que debería acoger a 7.000 personas y lograr una inversión pública y privada de 170 millones de euros.

No todas las naves de Sainte Etienne están ya ocupadas. A los bloques orientados al diseño, con escuela de estudios superiores incluidas, se suman edificios museísticos pero también una parte importante de tecnología e innovación: hay un centro de investigación científica sobre el campo de la óptica, aceleradores de empresas, y un gran conglomerado mediático donde se han instalado grandes grupos nacionales.

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