Levantarte para ir a trabajar y ver tu mañana arruinada por la obra de los cacos. Eso es lo que le pasó a varios ovetenses en la última semana a consecuencia de la acción de unos ladrones que se dedican a entrar en los garajes por la noche y llevarse las baterías de los coches para su posterior venta en el mercado negro.

Aunque puede parecer surrealista, los delincuentes se la ingenian para acceder a los aparcamientos subterráneos de madrugada, abrir los capós de los vehículos y retirar las baterías, provocando que los vehículos queden inutilizables para sus propietarios cuando se disponen a subirse a los mismos por la mañana. "Pensaba que me había pasado sólo a mí, pero resulta que hubo más de 20 casos en la zona", explicó un vecino de La Corredoria que sufrió este tipo de robo en la madrugada del jueves de la pasada semana.

Si bien las principales denuncias de estos hechos se centran en el barrio de La Corredoria, también se han detectado algunos casos en Colloto y otros barrios de la periferia de la ciudad.

Este tipo de robos se suman a otros similares perpetrados en los últimos tiempos como la sustracción de las ruedas de algunos turismos, que los ladrones dejan forrados con ladrillos u otros materiales de construcción.