Los cuatro georgianos acusados de integrar una banda organizada que asaltó 43 pisos en Oviedo entre el 11 de julio y el 25 de agosto de 2017 negaron ayer los hechos ante la sala de la sección segunda de la Audiencia Provincial. Tres de los procesados -dos de ellos hermanos- aseguraron haber estado en Oviedo tan sólo "tres o cuatro días" de agosto "para comprar un coche", mientras que el cuarto admitió haber marcado con plásticos varias casas sin llegar finalmente a perpetrar ningún robo, pero se desmarcó de los otros tres, indicando que los conoció en la cárcel cuando le detuvieron por formar parte de su banda.

La declaración de los tres hombres, detenidos el 25 de agosto de 2017 cuando se dirigían a la estación de autobuses con la intención de marcharse a Madrid tras percatarse de que les seguían agentes de la Policía Nacional, fue prácticamente calcada. Su versión dice que el 11 de julio llegaron a Madrid con la intención de comprar un vehículo en España y que no fue hasta el 21 de agosto cuando se desplazaron hasta Oviedo para, según ellos, interesarse por un coche ofertado en la ciudad.

A pesar de la existencia de informes de la Policía que les sitúan en la ciudad en julio, negaron la mayor y se aferraron a un billete de Alsa fechado en agosto para demostrar que estaban en la capital de España. Sobre el testimonio de la mujer que les alquiló una habitación durante mes y medio, también le restaron credibilidad. "No hay documentos que lo demuestren", declaró uno de los acusados.

Tampoco dieron verosimilitud a los restos de ADN encontrados en los testigos colocados en las puertas de las viviendas y justificaron los envíos de dinero a su país a través de un locutorio de Pumarín. "Era por seguridad, para no llevar encima el dinero que trajimos para el coche", indicaron.

El cuarto en prestar declaración fue un "asaltapisos" georgiano con antecedentes por robos en Gijón al que la Policía detuvo posteriormente a raíz de las investigaciones tras hallar restos de ADN en algunas viviendas, que concordaban con los de sus asaltos anteriores. Éste declaró que sólo estuvo en Oviedo el 15 de agosto y, aunque colocó testigos de plástico en varias viviendas no llegó a entrar en ningún piso. "Mi intención era robar pero al final no lo hice", apuntó, para luego coincidir con los otros tres acusados en que no se conocían. "Hasta que nos vimos en prisión no sabía ni que estaba acusado de estar en una banda", apuntó.

El juicio comenzó con casi dos horas de retraso debido a las negociaciones fallidas para llegar a un acuerdo con la Fiscalía, que pide nueve años para cada uno de los tres acusados conocidos y diez años y medio para el cuarto procesado, por reincidente. Hoy se celebra la segunda jornada en la que está previsto que presten declaración los policías encargados de investigar los allanamientos.