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El Principado traslada del centro de Loriana a "un buen número" de menores extranjeros

El Gobierno regional ordena el cambio para descongestionar un equipamiento que tenía 64 residentes en un espacio preparado para 32

El centro de acogida de menores extranjeros no acompañados de Loriana. IRMA COLLÍN

La consejera de Servicios y Derechos Sociales adelantó a través de este diario que el traslado de alguno de los Menores Extranjeros No Acompañados (MENA) del centro de acogida de Loriana era "inminente" y así ha sido. Pilar Varela asegura que "un buen número" de los 62 residentes de la institución ya han sido reubicados en otros puntos del centro de la región para descongestionar un centro "saturado" que está pensado para albergar a 36 residentes. La consejera no quiso desvelar el destino concreto de los menores, aunque afirma que ya están en "otros dispositivos" gestionados por los colectivos sin ánimo de lucro que colaboran con el Principado en materia de acogida.

Varela ya explicó en su momento que la decisión no es ni mucho menos una respuesta a la concentración que se celebró este mes en San Claudio -decenas de vecinos se manifestaron para pedir el cierre de la institución- sino un "ejercicio de responsabilidad" enfocado a mejorar la situación del centro. "La saturación de Loriana es una situación puntual y lo que haremos es atajarla. Después del verano se ha registrado un aumento considerable de menores extranjeros no acompañados en toda España y por consiguiente en Asturias", dijo Varela en el momento de anunciar su intención de trasladar a los menores.

No obstante, el cambio de centro de los jóvenes responde tambián a las demandas vecinales. Los ovetenses que residen en San Claudio aseguran que los menores, sobre todo los de nacionalidad marroquí, "tienen atemorizado al pueblo" y que es "imposible convivir" con ellos, sobre todo cuando la población del centro es alta. Entre otras muchas cosas -existen tres denuncias de una menor que dice estar siendo acosada por residentes del centro- una buena parte de los vecinos asegura que los jóvenes de Loriana fueron los que destrozaron una pila de agua bendita que estaba situada en el pórtico de la iglesia de la localidad, una pieza que data del año 1881 y que ha quedado hecha añicos tras el ataque.

La consejera de Servicios y Derechos Sociales considera que algunas reacciones vecinales contra los MENA no son correctas. "Hay que huir de las generalidades porque no se puede identificar a los menores extranjeros con delincuentes", sostiene.

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