Los muchos tesoros que custodia la biblioteca del Seminario Metropolitano de Oviedo podrán ser visitados a partir de mañana y durante esta semana, tanto por la mañana como por la tarde, por todas las personas que quieran disfrutar de auténticas joyas bibliográficas relacionadas, en su mayoría, con el derecho canónico. Aunque no es la única temática.

Se trata de una ocasión única para aprender a valorar los libros que guarda esta biblioteca tan desconocida para la mayoría de los ovetenses. Son, en total, unos diez mil volúmenes que corresponden al fondo antiguo de esta biblioteca, que fueron editados desde el siglo XVI hasta el XIX.

Por esta razón, el Centro Superior de Estudios Teológicos, el Instituto Superior de Ciencias Religiosas "San Melchor de Quirós" y el Instituto Diocesano de Teología y Pastoral "San Juan Pablo II", con sede en el Seminario, pusieron en marcha esta iniciativa coincidiendo con las celebraciones de la festividad de Santa Catalina de Alejandría, patrona de la Filosofía.

La biblioteca del Seminario se une de esta manera a la celebración de esta festividad con la exposición "Fondo antiguo de la biblioteca del Seminario Metropolitano de Oviedo sobre derecho canónico", de la que es comisario el profesor Jaime Díaz Pieiga.

"La muestra procede del fondo antiguo de la biblioteca del Seminario, y gira en torno a la temática del derecho canónico partiendo del siglo XVI, y lo que hicimos fue realizar una selección de los volúmenes partiendo de las fuentes del derecho canónico, con otro apartado de obras doctrinales y otro de jurisprudencia y de obras curiosas por la temática, como el 'Compendio de la orden judicial y práctica de los tribunales religiosos' del año 1643", detalla el comisario.

La obra más antigua de la exposición data del año 1584, editada en la ciudad francesa de Lyon, y junto a ella un singular volumen con los documentos de los Concilios de Trento, editado en el año 1734.

En una vitrina anexa se puede contemplar un ejemplar con las sentencias de la Rota Romana "que crearon jurisprudencia desde el año 1770, y que es muy importante para enriquecer nuestro patrimonio cultural", explica Díaz Pieiga.

Volúmenes de gran valor que necesitan de un exhaustivo protocolo de conservación y también de restauración. "Por eso velar por los parámetros de la temperatura y humedad es fundamental para su conservación", apunta oportunamente la bibliotecaria, Judit Hidalgo. Para ella su joya preferida de esta biblioteca es una edición del Quijote del siglo XVIII.

Volviendo al profesor Jaime Díaz Pieiga, ayer mostraba su ilusión con la apertura de los fondos más valiosos de esta biblioteca al público, "porque es muy desconocido para los ciudadanos en general". Está en sintonía con Sergio Martínez, el rector del Seminario, que actuó de anfitrión, y que se mostró partidario de "abrir la biblioteca a la sociedad". Y de seguir en esa línea: "queremos organizar actividades de divulgación durante todo el año".