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SALVADOR GUTIÉRREZ | Lingüista y académico, pronunciará una conferencia en la Cátedra Emilio Alarcos hoy, a las 20.00 horas

"Emilio Alarcos tenía una visión enciclopédica de la lingüística"

"La lengua va cambiando porque es un organismo vivo: llegan realidades nuevas, palabras nuevas"

El académico Salvador Gutiérrez Ordóñez. LNE

La Escuela de Gramática de Emilio Alarcos, en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, ha cumplido veinte años. Su director, Salvador Gutiérrez Ordóñez (Taballes, Bimenes; 1948), fue un discípulo aplicado del autor de la "Gramática de la Lengua Española" y participó en la creación de la Cátedra Emilio Alarcos de la Universidad de Oviedo, en la que hoy debuta con la conferencia "Eran los años 50 y el estructuralismo llegaba a España", a las 20.00 horas en el Aula Magna del edificio histórico de la Universidad.

- Centrará su conferencia en Alarcos y el estructuralismo.

-Me voy a ceñir a la década de los 50, cuando llega el estructuralismo a España. Haré una introducción, con algunos intentos previos que no llegaron a cristalizar y explicaré cómo la figura de Alarcos fue capital. En 1948 ya publica algunos artículos y a lo largo de la década siembra numerosos trabajos sobre la fonología del español, es pionero de la filología catalana, del andaluz y de la lengua latina, en los estudios del aspecto fónico de la poesía. En gramática publicó trabajos muy importantes. Cuando la lingüística española era un vacío, en el que imperaba el historicismo de Menéndez Pidal y las teorías del XIX, Alarcos supo aplicar las teorías nuevas.

- ¿Encontró resistencia?

-Aquello sonaba extremadamente novedoso, en una época en la que dominaba el historicismo del XIX, con Pidal, Lapesa... A Alarcos, sin embargo, se le miro con mucho respeto y su fonología se implantó pronto.

- ¿Cómo tomó contacto con las nuevas corrientes?

-El estructuralismo tuvo mucha importancia en Suiza, y el viajó allí cuando era muy joven, antes de ser catedrático. Estuvo en Berna y Basilea. Suiza es la patria de Ferdinand de Saussure, autor de "Escritos de lingüística general", la obra fundacional del estructuralismo.

- Debió suponer una revolución en España.

-Fue cambiar la óptica de la lingüística. Se pasó del atomismo a un estudio sistemático, que tiene en cuenta el valor de cada elemento dentro de un sistema. Alarcos no inventa el estructuralismo, lo que hace es construir un sistema propio con ladrillos e ideas de otros, muy solido y potente. Alarcos fue una personalidad capaz de trabajar en teoría literaria, poesía, fonología... Tenía una visión enciclopédica dentro de la lingüística, claridad en la concepción y en la exposición. Sus escritos son una maravilla de claridad y pureza de la lengua, como sus conferencias y sus clases.

- ¿Su sistema sigue vigente?

-Los principios básicos continúan. Ha habido una extensión de ámbitos, a la semántica -que es el estudio del significado-, en la pragmática -el del sentido-...; el cascarón central, la molécula estructural sigue siendo válido.

- ¿Convive con otras escuelas?

-Alarcos fue aprovechando cosas de otros investigadores, y tuvo la capacidad de engastar distintas ideas en un sistema propio.

- A punto de acabar el año, ¿qué tal le ha ido a la lengua española en 2018?

-En la historia de una lengua un año es insignificante, lo que se observan son tendencias: la entrada de anglicismos en determinadas disciplinas, la informática, la política, y en casi todos los espacios de la ciencia. La lengua va cambiando, porque es un organismo vivo: llegan palabras nuevas, realidades nuevas. Algunos consideran un desastre que se introduzcan palabras, pero si se engarzan como se hizo con fútbol, béisbol... esas palabras nuevas pueden enriquecer la lengua.

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