El desacuerdo entre la dirección y el comité de empresa de Transportes Unidos de Asturias (TUA) se enquista y los trabajadores decidieron en asamblea, pasada la medianoche, ir a la huelga indefinida. Los paros se mantendrán los martes y jueves a partir del 22 de enero hasta que la empresa no se avenga a aceptar sus reivindicaciones, según anuncia el comité en un comunicado.

Las diez horas y media de reunión que ambas partes mantuvieron el jueves en el Servicio Asturiano de Solución Extrajudicial de Conflictos (SASEC) terminaron en tablas, algún acercamiento de posturas y bastante cabreo. Los principales escollos son dos: la instalación del etilómetro "alcolock" y la contratación de más personal fijo.

Las siete jornadas de servicios mínimos el 4, 13, 18 y 27 de diciembre, y el 2, 3 y 4 de enero están haciendo mella en el bolsillo de los trabajadores al dejar de percibir su salario. Según ha podido averiguar este periódico, un piquete de unas quince personas insultó y cortó el paso el jueves a una conductora que había informado a la empresa de su intención de trabajar más allá de los servicios mínimos. Su autobús quedó inmovilizado en la calle Uría varios minutos con pasajeros dentro. La mujer llamó a la Policía Nacional y anunció su intención de poner una denuncia, aunque, al menos ayer, a los agentes no les constaba el escrito.

La próxima reunión entre la dirección y el comité está en el aire. Los trabajadores creen que además de cambiar el sistema de control de alcoholemia, la empresa debe incorporar urgentemente a más trabajadores fijos. Afirman que el 25% de la plantilla son conductores en prácticas que cobran el 60% del sueldo y descansan 4 días al mes. En concreto, hay 155 empleados fijos y unos 50 temporales. Entre las dos partes de TUA en discordia hay en estos momentos pocos puntos de acercamiento.