Chocolate caliente y política. Ese fue el menú que sirvió en la gélida mañana de ayer el tripartito a los Reyes Magos en cuanto Gaspar, Melchor y Baltasar pusieron los pies en la ciudad. Media hora antes de que se encontraran con los niños que hacían cola en el exterior del edificio, una amplia representación del gobierno local ofreció en el salón de té del teatro Campoamor un recibimiento oficial a Sus Majestades en el que los responsables municipales aprovecharon para proclamar mensajes políticos más o menos explícitos que no tardaron en encontrar réplica por parte del PP. El más contundente a la hora de exponer sus deseos a los Magos fue el concejal de Cultura, Roberto Sánchez Ramos, "Rivi", quien pidió "la unidad" de "la izquierda española de la transformación y de los avances" ante la "extrema derecha y la agresión que llega de un cierto fascismo disfrazado de democracia". El veterano edil de IU lanzó un "llamamiento al pueblo" para "pedir a los Reyes y a nosotros mismos que nos unamos por las ideas de progreso, frente a la involución de las derechas españolas e internacionales para que no se antepongan a un pueblo que sufrió cuarenta años de franquismo y de fascismo".

La intervención de Rivi motivó una contundente reacción del PP a través de un comunicado en el que la edil Belén Fernández Acevedo acusa al de IU de haber "mancillado una hermosa tradición y una fiesta para los niños, a los que ha ofendido convirtiéndola en un ridículo mitin político". A juicio de Acevedo, "la izquierda que pacta con los golpistas actuales y que honra a los golpistas del pasado, ensalzando la revolución de 1934, es la que quiere dar lecciones ahora de democracia y expedir carnets de buenos y malos, siguiendo el espíritu de las checas, de los bolcheviques o del chavismo, grandes ejemplos del fascismo asesino de izquierdas".

El alcalde, el socialista Wenceslao López, se mostró mucho más contenido que "Rivi", aunque tras solicitar a los Reyes "salud y trabajo" para los ovetenses, así como un ciudad "más habitable, sostenible y con menos marginalidad", aludió a la convulsión política ante la cada vez más cercana cita con las urnas. El regidor pidió a los Magos "paciencia" porque, según indicó metafóricamente, "va a llover intensamente y no hay más que ver los medios para ver que ya hay pequeñas tormentas". En todo caso y con una sonrisa en la boca, López reclamó "paciencia, ilusión y humor para sobrellevar la situación".

Tampoco faltó a la cita matutina con los Reyes Magos la vicealcaldesa, Ana Taboada (Somos), quien abogó por "una cultura de la paz" que pase por "una democracia real y participativa", así como por una "política no partidista dedicada al servicio a la ciudadanía".

Tras el ya tradicional brindis con la Corporación, a base de chocolate caliente, los Magos de Oriente atendieron brevemente a los medios de comunicación para desvelar que este año no hay carbón. "Nos hemos enterado de que aquí han cerrado las minas y no íbamos a traer el carbón de Polonia. Nosotros no pasamos por eso", indicó Gaspar. Melchor, por su parte, garantizó una "noche mágica para todos" y Baltasar aseguró que tanto él como sus dos colegas saben que los pequeños ovetenses "han sido muy buenos durante todo el año" y que, en consecuencia, "van a recibir muchos regalos".

Las puertas del Campoamor se abrieron a las once en punto de la mañana, cuando ya hacían cola en la calle varias decenas de niños. Uno de ellos, Juan Carlos Menéndez, de seis años, fue de los primeros en entrar a los bajos del teatro para saludar a Baltasar. La impresión le dejó literalmente sin palabras en cuanto se vio delante de su Rey Mago favorito, del que se llevó como recuerdo una chapa en el abrigo.