Pilar Ruiz-Retegui nació en Bilbao, vivió en Cádiz y en Pamplona y ahora se considera ovetense de adopción. Estudió Comunicación Audiovisual en la Universidad de Navarra y pronto se dio cuenta de que lo que de verdad le gustaba era el maquillaje y la caracterización. Aunque a su familia, al principio, no le hizo demasiada gracia esa orientación profesional, ahora son sus primeros valedores. Pilar Ruiz-Retegui está estos días encantada de formar parte del equipo de caracterización de la ópera "Carmen", de la Temporada ovetense.
El colegio en Bilbao y Cádiz y la Universidad en Pamplona."De pequeña fui al colegio Ayalde, en Bilbao. Más adelante, por el trabajo de mis padres, nos mudamos al Puerto de Santa María, en Cádiz. La carrera de Comunicación Audiovisual la estudié en la Universidad de Navarra. Los cuatro hermanos nos fuimos a Pamplona y nuestros padres también se acabaron mudando. Era mucho más práctico que se trasladasen ellos también que estar separados".
Asturiana y ovetense de adopción. "Mi novio es asturiano y me vine a Oviedo para buscar trabajo. Estoy encantada, hasta el punto de que me considero ovetense de adopción. La verdad es que hasta cuarto de secundaria pensaba que quería ser periodista. Entonces se cruzó en mi camino la comunicación audiovisual y me gustó mucho el planteamiento".
Talento para los trabajos manuales. "Siempre me han gustado las artes plásticas y las manualidades. Mi madre es arquitecta y los cuatro hermanos hemos heredado esa vena creativa. Me gusta mucho contar historias ante una cámara. El cine, la televisión y las artes escénicas como la ópera, me llaman poderosamente la atención. De pequeña veía con mi padre vídeos de óperas y eso también se me quedó grabado para siempre. Cuando llegue a la Universidad lo primero que hice fue apuntarme al grupo de teatro. Así fue como fui descubriendo el maquillaje durante la carrera. De pequeña también dibujaba unas muñecas ideales. Cuando terminé la carrera se me ocurrió que podría dedicarme de manera profesional al maquillaje y me fui a Madrid a hacer unos cursos en una escuela muy conocida. Quería aprender un poco mejor las técnicas. En Cádiz una vecina que es fotógrafa y maquilladora también me ayudó mucho, a cambio de clases de inglés para sus hijos. Mi padre esperaba que me dedicase a algo más relacionado con mi carrera. La verdad es que si nos ponemos a pensar, en el mundo de la imagen todo guarda relación entre sí".
Voluntaria y trabajadora de Aldeas Infantiles."Trabajo en Aldeas Infantiles, como voluntaria y por las tardes tengo mi estudio. Lo que más me gusta es impartir cursos de auto maquillaje. Es muy importante que las mujeres sepan cómo sacarse partido y que aprendan a maquillarse de la forma más favorecedora. No tengo canal de Youtube. Me da la impresión de que muchas personas se quedarían en lo genérico y no es esa mi intención. De pequeña me entretenía dibujando; ya por secundaria aprendí a coger soltura con los pinceles en clases de pintura y en bachillerato tuve mi fugaz etapa de escritora, como yo la llamo. Me gusta formar parte del proceso de contar una historia. Pero más que ponerme ante la cámara o ante el público, prefiero estar detrás, y con mi trabajo ayudar a otros a contar las suyas. En el maquillaje encontré la herramienta perfecta para ello. En 2015 comencé a ofrecer servicios de maquillaje para novias y eventos, y algo más que intuía que mucha gente buscaba y necesitaba (yo misma habría dado lo que fuera unos años antes por encontrar algo así): cursos de auto maquillaje personalizados".
El entusiasmo ante la tarea bien hecha. "Me siento realizada al ver cómo mis alumnas aprenden a re-conocerse en el espejo, a verse guapas y a sentirte mejor consigo mismas. Los cursos los hago individuales, incluso vienen chicos y mamás para sus hijas. Un buen maquillaje debe reflejar el interior. La persona debe sentir que es ella misma en una versión mejorada. Lo básico para lograr un buen resultado es que la piel este perfectamente tratada y preparada".
El día y la noche."El maquillaje para el día suele ser más luminoso y aparentemente sencillo. No resalta tanto los ojos. Por la noche las cosas cambian. El maquillaje debe ser invisible. Nunca deben notarse los bordes o los límites y las rayas. Todo debe ir muy difuminado. Las manos también hay que cuidarlas mucho. A veces nos empeñamos en oscurecer la piel y lo bonito es que el tono no cambie. Para lucir un color de verano lo mejor es aplicarse un auto bronceado natural. En Oviedo, por lo general, la gente va muy elegante, pero a la vez mucho más sencilla que en el sur. Se nota en el caso de las bodas. Me hace mucha ilusión colaborar con la Ópera de Oviedo, ahora con 'Carmen'. También me gusta mucho enseñar. Me siento privilegiada de poder hacer de mi gran afición mi profesión".