La conciencia pública sobre las afecciones urológicas es alarmantemente baja en toda Europa, según concluye una nueva encuesta internacional de más de 2.500 participantes de cinco países. Los resultados muestran que las mujeres saben más sobre los problemas de salud de los hombres que los hombres y que estos últimos poseen poco conocimiento de los síntomas urológicos clave y no toman en serio los primeros signos de trastornos urológicos potencialmente mortales. El bajo nivel de conciencia que indica la encuesta es especialmente preocupante ya que las enfermedades urológicas están en aumento debido al envejecimiento de la población europea. La prevención y el diagnóstico temprano son cruciales para salvar vidas y controlar el aumento de los costos. Las respuestas mostraron que la urología como especialidad médica todavía tiene un largo camino por recorrer para alcanzar la conciencia general: el 40% de los encuestados no pudo identificar lo que hace un urólogo, el 10% por ciento afirmó que nunca había oído hablar de uno y casi el 15% desconocía a qué se dedican.

Cada año, casi 450.000 hombres en todo el continente serán diagnosticados con cáncer de próstata. A pesar de que es el cáncer más común en los hombres en toda Europa, tres cuartas partes de estos admitieron que tienen un conocimiento limitado de sus síntomas. Además de la baja conciencia de los síntomas del cáncer de próstata, solo uno de cada cuatro encuestados pudo identificar correctamente la ubicación de la próstata y, lo que es más preocupante: según el estudio, el 54% de los hombres creen que las mujeres tienen próstata. La prevalencia de la disfunción eréctil (DE) en Europa se estima en 50 por ciento de los hombres sexualmente activos de 50 años o más. Sin embargo, el tema sigue siendo un tabú que conduce a la incomprensión y la ignorancia. El 75% de los encuestados no conocía la cantidad de hombres que sufren de disfunción eréctil en su país. Del mismo modo, el 85% desconoce la cantidad de personas en su país que padecen problemas del tracto urinario.

En cuanto a la conciencia de los síntomas de patologías también fue baja, ya que el 70 por ciento de los hombres carecen de confianza para reconocer los síntomas del cáncer testicular, que puede incluir hinchazón o protuberancia en uno de los testículos y un dolor sordo o agudo en los testículos o el escroto. La conciencia de los síntomas se reconoce como un factor líder en el diagnóstico precoz de las enfermedades urológicas.

Tratamientos

Son muchos y variados los tratamientos que se utilizan para tratar patologías como la disfunción eréctil como en la hiperplasia benigna de próstata. Inicialmente, estos suelen ser tratamientos farmacológicos, pero cuando dejan de ser efectivos se plantea la cirugía.

Algo similar ocurre en la enfermedad de Peyronie. Esta patología ocasiona incurvación del pene en el momento de la erección, la cual, durante un tiempo, puede ser dolorosa. Todo se debe a la aparición de una placa de fibrosis que es la que retrae el pene. Si el grado de incurvación es tal que dificulta o impide la penetración, se propondrá cirugía de enderezamiento del pene.

La prostatitis crónica -dolor del suelo pélvico- es otra patología que desespera tanto al paciente como al médico que la trata. Abigarrada y de difícil tratamiento, se prolonga en el tiempo, cursando con altibajos.

Con lo avances médicos y tecnológicos, actualmente existe la posibilidad de realizar el tratamiento de estas patologías con ondas de choque de baja energía y corta duración, provocando la estimulación celular e iniciando procesos de curación de los tejidos. Por una parte, va a ocasionar una regeneración celular con disminución de los procesos inflamatorios y, por lo tanto del dolor. Y por otro, a su vez, se generan mediadores de dilatación vascular y angiogénesis -formación de nuevos vasos sanguíneos-. En resumen, todo ello va a mejorar el riego sanguíneo. El tratamiento no tiene contraindicaciones, está carente de efectos secundarios y está aprobado por la FDA, Agencia Norteamericana del Medicamento.

Actualmente, con los nuevos modelos como es el Omnispec ED 1000, se está consiguiendo un porcentaje de éxitos en la disfunción eréctil que ronda el 74%. Si a ello se añade el estímulo -refuerzo con algún fármaco a baja dosis-, este porcentaje se eleva considerablemente.

En cuanto a la hiperplasia benigna de próstata, con este tratamiento se consigue aliviar los trastornos miccionales, al igual que se logra retrasar la evolución del crecimiento prostático, evitando en muchos casos la cirugía.

Respecto a la enfermedad de Peyronie, lo que logran las ondas de choque es detener la evolución de la placa de fibrosis, por lo que la incurvación peneana se detendrá, evitando una futura cirugía.

El efecto sobre la prostatitis crónica es la disminución del proceso inflamatorio, con la consiguiente desaparición del dolor y molestias del suelo pélvico.