Ocho años de juicios tuvo que superar la exsargento de la Policía local de Oviedo Mercedes García hasta ver condenados por los tribunales a los compañeros que la vejaban con insultos e injurias en el cuartel de Rubín. Ahora, alejada de Asturias, lo que lee en la prensa y en los mensajes que le mandan sus antiguos compañeros le deja un vacío en el estómago, le pone mala y le cabrea. "Me hará daño toda la vida". Se refiere a la decisión de poner al frente de la Policía local como jefe interino a uno de los mandos que, tal y como establecieron los tribunales, se dedicaron a vejarla, insultarla e injuriarla.
Mercedes García no entiende que una persona condenada en los tribunales y a la que "en teoría" se le aplicaron sanciones ejemplares haya sido la seleccionada por el Alcalde, a quien ella fía la responsabilidad última en estos nombramientos, para encargarse de dirigir el cuartel de Rubín. "No me parece aceptable, cuando, además, el Alcalde tenía otra opciones, y podía haber seleccionado a otros intendentes, respetando las leyes".
"Que pusieran a un condenado por injurias a una compañera al frente de la Policía me ha supuesto dolor", confiesa. "No sólo por mí, también por mis compañeros". Mercedes García ofrece una visión muy crítica de lo que sucede en Oviedo. Según su análisis, la designación de Manuel Antonio Secades, como sustituto del comisario Pena, ahora de baja, y también esta designación anterior del propio Pena para ocupar el puesto que venía desempeñando José Manuel López suponen, el regreso a "los peores tiempos de Agustín de Luis", en referencia al anterior jefe de policía, que también salió del cuerpo con una condena. "Estamos asustados, la plantilla está hecha unos zorros, no hay organización ninguna y lo único que vale es el criterio de esta persona que funciona con lo de estás conmigo o contra mí; la división es inaceptable, en Oviedo se ha sufrido mucho con De Luis y no se logra superar esa etapa".
Mercedes García extiende su crítica también al jefe ahora de baja, pues fue otro de los acusados en su caso y si se libró de la condena, indica, "sólo fue porque habían prescrito las faltas". Verlos al frente del Rubín, insiste, le duele. Tampoco lo considera "ético ni aceptable" por parte del actual equipo de Gobierno, en especial por el concejal de Seguridad Ciudadana, Ricardo Fernández (PSOE) y por el Alcalde, Wenceslao López. "Tendrían que poner al frente a una persona con un mínimo de dignidad , no a personajes de esta calaña y con la plantilla sufriendo otra vez su autoritarismo".
García no entra a valorar los motivos que llevaron al Alcalde a apartar al comisario principal José Manuel López del puesto de jefe de la Policía (cesado por su condición de investigado dentro del caso de la red "Enredadera" de amaños en los concursos públicos de contratos sobre Tráfico y Seguridad). Pero entiende que podía haber otros candidatos, y no rehabilitar e incluso "premiar" con estos puestos de responsabilidad y poder al grupo de mandos que fueron condenados por vejarla e insultarla.
Mercedes García lamenta, además, que pese a la condena en los tribunales y las sanciones dictadas dentro del Ayuntamiento aquellas personas "en ningún momento, que yo sepa, sufrieron las consecuencias reales de lo que debía haber sido aquella sentencia". "Aquello no se materializó", dice ahora, "pasa el tiempo y en vez de verte con la satisfacción de la persona agraviada que logra llegar al final y ver condenados a los que la injuriaban, ves una administración que no tiene el valor o el conocimiento para aplicar las sentencias como toca y de actuar luego en consecuencia. No me veo recompensada. Parece que han sido muy laxos. Que dicen, ya pasó, ya fue juzgado y ella ya no está aquí. Pero no se trata de eso. Lo que me duele es ver los mensajes de compañeros diciéndome 'Mercedes, a pesar de todo, mira esta persona dónde aparece ahora'".
Los reproches de Mercedes García hacia el equipo de gobierno cargan especialmente contra el Alcalde y el concejal por considerar que al partido en el que militan, el PSOE, "se le supone cierta sensibilidad en estos asuntos". "Y entonces", se pregunta, "¿qué es lo que defienden en realidad si ponen a un indecente al frente de la Policía?"
Ante el conflicto general en el cuartel de Rubín, García concluye que sería mejor que el Ayuntamiento tratara de fichar "a alguien de fuera, alguien no contaminado". La plantilla de Oviedo, razona, "tiene muy buenos profesionales, no sería difícil de organizar y se acabarían los reinos de Taifas". Justo, zanja, al revés de lo que se ha hecho. "Ahora no, esto lo complica todo más, el Alcalde, con las decisiones que toma, lo ha hecho peor".
