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Se busca millonario en Oviedo

"Ojalá le haya tocado a alguien necesitado", dice la lotera Marta Carbayeda tras repartir en el Antiguo su mayor premio de la primitiva, 1,7 millones

"¿Será un hombre o una mujer?", "¿vivirá en Oviedo o estaría de visita?", "¿se habrá enterado ya de que es millonario?". La curiosidad recorrió las calles de la ciudad, especialmente las de la zona del Antiguo, durante toda la jornada de ayer. El motivo: conocer la identidad del dueño del boleto ganador de los 1,7 millones de euros correspondientes al primer premio del sorteo de la primitiva del sábado, sellado en la administración número 20, ubicada en la calle Magdalena de la ciudad.

A falta de premiado, la más buscada fue Marta Carbayeda. Clientes habituales y también curiosos abordaban por la calle a la titular del establecimiento en busca de pistas sobre la identidad del premiado. "De momento, lo único que sé es que a mí no me ha tocado", comentaba con humor la vendedora, que también jugaba sus números y que ha dado el mayor premio en un boleto único desde que su padre, José Antonio Carbayeda, tomó las riendas del negocio el 28 de diciembre de 1981.

El progenitor, jubilado desde hace seis años, no faltó al baño de multitudes del día posterior al sorteo. Aunque la administración cierra los domingos, ambos se acercaron hasta la zona para festejar la buena nueva. Brindaron y compartieron las felicitaciones de sus clientes habituales. "Lo tengo yo, pero hasta la semana que viene no te lo digo", bromeaba un clásico de la zona.

Para Marta Carbayeda todas las hipótesis están abiertas. A sus 31 años, suma ya doce detrás del mostrador. Ha repartido mucha suerte, mucho dinero, y ha vivido innumerables anécdotas. El caso más similar a este tuvo lugar el 17 de septiembre de 2009. En aquella ocasión el agraciado se llevó 1,5 millones del sorteo de la primitiva y después de unos días de reflexión decidió desvelar su identidad. "Era un visitante de Madrid y me llamó para darme las gracias", rememora esta ovetense repartidora de fortuna.

Preguntada por sus preferencias, la lotera se muestra rotunda. "Ojalá le haya tocado a alguien necesitado", declara junto a su padre, quien después de toda una vida viviendo de la venta de los juegos de Loterías y Apuestas del Estado celebra cada premio como si fuera el primero. "Vendemos para que toque", sentencia el hombre encargado de continuar una saga iniciada por su progenitor, Eduardo Carbayeda, allá por el año 1953 cuando abrió la administración número 1 de la ciudad ubicada en la calle Fierro, también en el Antiguo.

Cuando José Antonio tomó las riendas del negocio tuvo que hacerlo mediante un concurso público en el que resultó adjudicatario, pero se vio obligado a trasladar el negocio al número 3 de la calle Magdalena, a escasos metros del Consistorio ovetense. Su administración pasó desde entonces y hasta hoy a ser la número 20 de la capital asturiana.

Esa larga trayectoria, unida a la fiebre por adquirir boletos del local de la suerte, llevó a muchas personas a colarse en la tienda casi de manera masiva cuando los titulares lo abrieron para recibir a este periódico. "Lo sentimos mucho, pero hoy estamos cerrados", explicaba con pesar una y otra vez Marta Carbayeda a unos clientes ansiosos por presumir de haber comprado boletos de la administración que hizo ganar a un cliente la friolera de 1,7 millones de euros.

El ganador, de momento anónimo, fue el único acertante de los seis números del sorteo del sábado por la noche. Si hubiera atinado con el reintegro, se habría llevado un bote de más de 17 millones. "Da vértigo sólo de pensarlo", suspiraba José Iglesias, un cliente que se desanimó tras comprobar in situ que no había acertado ni un número en el sonado sorteo.

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