El hombre acusado de arrollar un coche de la policía cuando huía ebrio, sin carné ni seguro tras robar gasoil de un camión del Espíritu Santo junto a su pareja, negó ayer haber participado en el robo, aunque admitió que hizo caso omiso de las señales de los agentes cuando le pedían detenerse "porque sabía cómo iba".

Él admitió los hechos relativos a la conducción bajo los efectos del alcohol, mientras que ella se autoinculpó del robo, asegurando que el varón no había participado en el mismo, sino que lo había recogido posteriormente junto a la rotonda de Cerdeño. Ambos negaron el intento de agresión a los agentes que lograron reducirles, llegando, en el caso del varón, en prisión preventiva y con numerosos antecedentes, a acusar a los policías de lesionarle. "Me tiraron al suelo y por eso estoy a la espera de una operación de codo", señaló.

Los policías coincidieron en su versión. Declararon que la pareja huyó en el vehículo hasta chocar contra el quitamiedos en la rotonda de Cerdeño y tras tratar de interceptarles, el acusado dio un volantazo echándoles de la calzada y causándo lesiones a dos efectivos.

Tras las declaraciones, el fiscal mantuvo la petición de seis años y tres meses para él, mientras que rebajó la pena solicitada a la mujer de los 27 meses iniciales a 20 meses de prisión.