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El arte hace un buen papel

La galería Espacio 451 expone una muestra de trabajos de collage de toda España

El arte hace un buen papel

Se trata, en realidad, de un collage de collages, un recorrido por esta maravillosa forma de mezclar elementos hasta darles una unidad dentro de la individualidad. "Papiers collés", exposición del Espacio 451 que Mónica de Juan ha abierto en la calle Mon, es un recorrido por el arte del ensamblaje que va de Asturias a Barcelona pasando por Madrid o viajando a Canarias. El comisario de la muestra, Santiago Martínez, quiso no sólo presentar distintos matices del collage sino representar lo que se está haciendo en todo el país. Todo tiene su aquello, hasta el nombre del espacio forma parte del juego. A 451 grados Fahrenheit, los de la distopía de Bradbury, que es lo mismo que equivale a 232,8 grados centígrados justos, ardería todo ese papel utilizado para los collages.

Están los de aquí, Job Sánchez, Carmen Santamaría, Carmen Figaredo y Marisa Galán, pero también los de allá, Patricia Bolinches, Nadia Brito, Pep Quer y Sr. García, y así se puede ver de todo, "una visión más abierta de conceptos y técnicas distintas", define Martínez.

En lo de los conceptos sirven como ejemplo dos de los asturianos. La ovetense Carmen Santamarina y el asturiano de adopción o primo hermano el coruñés Job Sánchez.

En la obra de ella se ve que la profesión va por dentro. Su trabajo de diseñadora gráfica deja huella en las dos obras que cuelga en la sala. Santamarina es de "utilizar pocos elementos", tan sólo dos o tres componentes en cada collage para jugar con las estructuras como si de un proyecto de diseño gráfico se tratase. Toma imágenes sugerentes de revistas y libros antiguos y las combina con lo justo para que digan algo, para que tengan una fuerza distinta a la imagen primigenia. Una mujer en un barco y una de esas cosas que pasan inadvertidas en las revistas pero que aquí cobra todo el sentido de la vida. La mirada de la mujer está tapada con un letrerín, "voir page suivante" (ver página siguiente). Santamarina ve el optimismo de una dama que afronta el paso de la vida, el paso de las páginas.

En la otra pieza la artista ovetense ha utilizado tres piezas. Una mujer, también, come, parece que desayuna, y una venda le tapa los ojos. Ensimismada, de la cabeza de la mujer sale otro de los elementos, el que da sentido a todo, es un "abanico de mar", un maravilloso coral que crece en el Atlántico y el Caribe. Santamarina encontró una fotografía en un viejo libro. La reproducción, en blanco y negro, es de una calidad impresionante. Así que sale de la cabeza de la mujer, como si su cerebro se moviese con la lentitud de los corales, que parece que están muertos, pero no es así. El mar en el collage está abajo en un azul espléndido, el tercero de los elementos de la pieza, sacado de otro libro. Con sólo dos o tres componentes, Santamarina logra dar un nuevo sentido a todo y a partir de ahí, del final, es cuando está la búsqueda del significado.

La búsqueda de Job Sánchez va por otro camino. El artista utiliza el collage precisamente como eso, "como búsqueda gráfica y de materiales de la que surgen pequeños detalles que luego llevo a otras disciplinas artísticas como la pintura".

Job va trabajando en cuadernos en los que hace las composiciones. No tienen que partir necesariamente de un papel en blanco, puede haber un dibujo anterior que se incorpore al collage. En la exposición muestra cuatro piezas luminosas con cierto aire vegetal, y cada una guarda su secreto. Una de ellas es la parte más pesada, más compacta, otra más orgánica, la tercera simula casi un ejercicio de danza y la cuarta es puramente ambiental. Pero, advierte el artista, "no es un corta y pega", en algunas aparecen una mancha de pintura acrílica o esos restos de proyectos anteriores. El collage es para Job Sánchez la búsqueda y el camino. "No tengo un estilo fijo y así una obra me lleva a otra obra", concluye.

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