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Refuerzan el cordón de seguridad en el casco antiguo por el Carnaval

La Policía Nacional aumenta el número de unidades de prevención y reacción, y pone más agentes de paisano para evitar nuevos incidentes violentos

La Policía Nacional reforzará el número de efectivos durante el Carnaval en Oviedo, especialmente el próximo fin de semana por la noche. Habrá más unidades UPR (Unidades de Prevención y Reacción), más agentes de paisano y un cordón de seguridad especial en el casco antiguo. El objetivo es evitar incidentes violentos, y, en caso de que ocurran, actuar lo antes posible. Desde la Policía Nacional aseguran que no se trata de un dispositivo de emergencia creado ante la alarma ciudadana generada por las puñaladas que un grupo de jóvenes asestó a tres personas hace ahora ocho días, sino que forma parte del plan especial de las fiestas.

El concejal de Seguridad Ciudadana, Ricardo Fernández (PSOE), comparte esta visión al calificar de "caso aislado" los incidentes del anterior fin de semana, que precisaron de la colaboración de los dos cuerpos de seguridad: la Policía Nacional y la Policía Local (detuvieron a dos implicados cada uno). Tanto el edil como los mandos policiales afirman que Oviedo es una ciudad tranquila con bajos índices de delincuencia y llaman a la población a disfrutar con tranquilidad.

No opinan lo mismo los vecinos del Antiguo. Miguel Clemente, presidente de la asociación "Afectados por la movida", asegura que los residentes del barrio se sienten muy inseguros ante lo que considera una proliferación de hechos violentos.

Uno de los jóvenes de la pandilla que presuntamente apuñaló a dos personas y le propinó una paliza a otra hace ocho días sigue en paradero desconocido. Los agentes lograron detener a cuatro de los supuestos autores de los ataques, entre ellos un niño de 13 años y una niña de 15, pero el quinto de los implicados consiguió huir en el momento en el que se produjeron los arrestos. El joven es mayor de edad y tiene alrededor de 20 años, al igual que los otros dos varones que acompañaban a los menores la noche en la que sembraron el pánico por la zona de copas de la ciudad.

El primero de los apuñalamientos se produjo alrededor de las cinco y cuarto de la madrugada en la Corrada del Obispo. La pandilla le pidió dinero a una pareja y, al negarse, el hombre recibió una navajada en el costado izquierdo. El grupo volvió a actuar hacia las seis de la mañana en la plaza del Ayuntamiento al darle una paliza y una puñalada en el abdomen a un chaval de 20 años que pasaba por allí. En ese momento, apareció Antonio Díaz-Rubín, de 46 años de edad, que es técnico de Cruz Roja y se vio en la obligación de socorrer al herido. El grupo se abalanzó contra él. Según su propio testimonio, le agarraron, le molieron a golpes e, incluso, intentaron sacarle los ojos. La Policía Local capturó a dos agresores, mientras que los agentes de la Nacional detuvieron a otros dos.

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