Una novedosa válvula cardiaca de material biológico, con una mayor durabilidad, que puede ser implantada en pacientes más jóvenes y que no requiere tomar tratamiento anticoagulante. Éstas son las principales características de una prótesis aórtica que acaba de ser implantada por vez primera en el Principado y que ha tenido como receptor a un paciente de unos 60 años.

La intervención fue llevada a cabo por los cirujanos Juan Carlos Llosa y José María Valle, quienes destacan que esta nueva solución "amplía notablemente la capacidad de decisión del paciente" acerca de qué tipo de tratamiento desea "en función de su perfil como paciente y de la calidad de vida a la que aspira".

La operación fue realizada en el Centro Médico de Asturias, hospital privado emplazado a las afueras de Oviedo, y la evolución del paciente ha sido "muy positiva", destacan ambos cirujanos. La válvula aórtica es la compuerta por la que la sangre sale bombeada del corazón a todo el organismo. Un estrechamiento (o estenosis) de la misma es la lesión más frecuente de las válvulas cardiacas, y constituye "una de las principales causas de cirugía cardiaca, sobre todo relacionada con la edad". Por encima de los 70 años, y sobre todo de los 80, su incidencia es muy elevada.

Existen, en general, dos tipos de prótesis aórticas, según el material con que están elaboradas: las de material biológico (habitualmente hechas con pericardio bovino) y las mecánicas (compuestas de carbono y titanio). Las primeras tienen como ventaja que -al contrario que las mecánicas- no requieren que el paciente tome tratamiento anticoagulante; y como desventaja una menor durabilidad debido a su deterioro, en el que la calcificación desempeña un papel muy relevante.

Por esta última razón, indican Juan Carlos Llosa y José María Valle, hasta la fecha a enfermos por debajo de 70 años se les ofertaba una prótesis mecánica como primera opción. "Esta situación está cambiando con la nueva válvula", indican los cirujanos. Por una parte, porque su duración puede extenderse gracias a un nuevo diseño del anillo y a un tratamiento que minimiza la calcificación. Por otra, porque entre los pacientes está aumentando el rechazo al tratamiento anticoagulante, que implica revisiones periódicas y limita la práctica de algunas actividades.

Los dos cirujanos hacen hincapié en que la incorporación de este tipo de prótesis "completa la oferta de cirugía valvular aórtica" del Centro Médico de Asturias, con disponibilidad de cirugía convencional, cirugía mínimamente invasiva, sustitutos valvulares mecánicos, biológicos y sin sutura e implante valvular transcatéter. Con el valor añadido, puntualizan, de que la nueva modalidad se lleva a cabo mediante cirugía mínimamente invasiva, en el marco de un programa especial del centro.