La gran noche del Carnaval ovetense, hace dos fines de semana, pudo haber acabado en tragedia de no haber sido por la rápida y efectiva actuación de los agentes de la Policía Nacional. Fuentes del cuerpo desvelaron ayer que dos de sus efectivos tuvieron que hacer un torniquete a uno de los cuatro heridos graves que dejó la celebración, un joven de 18 años atacado con una botella en la plaza de la Catedral. El agresor, al que la Policía todavía está buscando, provocó un profundo corte de 35 centímetros de largo en el brazo derecho de la víctima y está acusado de haber agredido a otras tres personas más en el mismo escenario.

La noche había sido razonablemente tranquila hasta las cinco y media de la madrugada cuando alguien llamó al 091 para alertar de que un varón estaba agrediendo a viandantes con una botella en la plaza de la Catedral. La patrulla desplazada hasta el lugar halló a un chico tendido en el suelo, desnudo de cintura para arriba y con un corte que comenzaba en el cuello y terminaba en el codo, así como otra herida de gravedad en el bíceps del brazo derecho.

Al ver que ambas heridas manaban abundante sangre y que el afectado parecía perder el conocimiento, uno de los policías aprovechó sus amplios conocimientos en técnicas de asistencia de Urgencia para realizar un torniquete táctico en la intersección del hombre y el brazo derecho del herido, consiguiendo así que cesara la hemorragia. Al mismo tiempo, su compañero dedicó sus esfuerzos en mantener al chico consciente para facilitar su atención sanitaria.

La medida permitió ganar tiempo hasta la llegada de la UVI Móvil a la zona. El personal sanitario puso de manifiesto la oportuna intervención de los policías. Dado la gravedad de la situación, el torniquete practicado fue clave para garantizar la recuperación del herido, quien fue intervenido quirúrgicamente por las heridas sufridas y tuvo que permanecer ingresado durante tres días antes de recibir el alta.

Al mismo tiempo que se auxiliaba al herido grave, otros funcionarios atendieron a tres personas más que manifestaron haber sido atacados por el mismo hombre. Estos presentaban heridas y magulladuras de menor gravedad, si bien su testimonio puede resultar determinante.