La residencia de ancianos del Naranco recuperó ayer su actividad tras seis años cerrada y tras ser sometida a una profunda remodelación. Tres usuarios han estrenado ya la instalación, a la que se irán sumando nuevos residentes de forma progresiva, según informó la Consejería de Servicios y Derechos Sociales del Principado.

El deterioro del equipamiento obligó al Principado, en junio de 2013, a desalojar a los 152 internos que había. Desde entonces se sucedieron largos procedimientos administrativos y una inversión total de 6,3 millones de euros, que han dado como resultado una residencia totalmente nueva, con catorce plazas públicas más de las que había.

En el centro trabajarán 68 profesionales de atención directa: 57 auxiliares de enfermería, siete enfermeros, un responsable de dirección, un técnico de intervención, un fisioterapeuta y un auxiliar administrativo.