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Riesgo cero de gluten y sabores de siempre, las claves para conquistar a los celiacos de España

"La seguridad es fundamental para el cliente", aconseja la experta Lorena Pérez a los hosteleros que sirven a comensales con celiaquía

Seila Suárez, ayer, en el restaurante galardonado. IRMA COLLÍN

Garantizar al 100% la seguridad del cliente sin apenas variar la carta y los sabores de los platos estrella. Sobre estos dos pilares se basa el éxito de un establecimiento de la calle Carpio que acaba de ser distinguido como el mejor restaurante de España para celiacos. "Es fundamental que el cliente con la enfermedad se sienta seguro cuando sale a comer", explica la experta en celiaquía Lorena Pérez, promotora en internet de varios rankings elaborados por comensales con la patología, donde este negocio ovetense lleva años en los primeros puestos.

La Federación de Asociaciones de Celiacos de España (FACE) ha seleccionado como el mejor del país para celiacos, por séptimo año consecutivo, a El Fartuquín, un negocio familiar abierto en 2000, donde un buen día se dieron cuenta de lo importante que resulta para ciertas personas disponer de una carta adecuada a sus necesidades. "Empezamos por un cliente habitual que nos reclamaba algunos platos especiales para celiacos, pero un buen día decidimos cambiar la carta", explica José Luis Suárez, el dueño del local donde trabaja codo con codo con su mujer María Fernández, y también con su hija Seila Suárez, entre otros.

Para Lorena Pérez los motivos de la distinción están cantados. "Cuidan a la perfección la materia prima, son un local 100% sin gluten y además cocinan muy bien y abundante", halaga la experta en celiaquía a un establecimiento frecuentado cada día por celiacos de toda España. "Empezamos con algún cliente fiel y hoy es raro el día que no tenemos doce o trece personas con este problema. Y vienen de todo el país", explica Seila Suárez.

La dificultad de conjugar la comida sin gluten con la normal llevó a los dueños a orientarse totalmente hacia las personas con esta limitación alimenticia. "Hace tres o cuatro años decidimos que debíamos volcarnos para orientar todo el negocio hasta este sector", abunda José Luis Suárez, cuya hija fue diagnosticada posteriormente. "Es curioso que después de que cambiamos el modelo de negocio le detectaron que los problemas digestivos que tenía se debían a que era celiaca", relata.

Actualmente, además de garantizar una dieta adecuada para su vástaga, el local que regenta es uno de la escasa decena de restaurantes cien por cien para celiacos de la región. "Actualmente hay cerca de 190 establecimientos que ofrecen productos para celiacos y normales, pero exclusivos sólo hay este y otros siete u ocho", subraya Lorena Pérez, lamentando la falta de estudios más completos sobre este tipo de oferta hostelera.

Para mantenerse libre de gluten, El Fartuquín recibe asesoramiento de la asociación celiaca del Principado de Asturias. Los controles comienzan con los proveedores. "Revisamos a conciencia las fichas técnicas y si no nos las facilitan, simplemente dejamos de comprarles", explica Suárez.

A partir de ahí, cada paso busca el mismo objetivo: evitar la contaminación de alimentos con gluten. Para ello, lo importante es mantener totalmente aislados los productos especiales. "En el almacén sólo hay comida sin gluten y en el local lo único con gluten son productos como el pan de trigo o la cerveza, que están perfectamente aislados", comentan los dueños.

El resto de argumentos para conquistar a los comensales son los mismos que los del resto del sector. "Una vez que el cliente está seguro, la diferencia la marca la calidad de los platos, su buen sabor y el servicio", coinciden los dueños con la experta Lorena Pérez, quién se declara devota del negocio ovetense.

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