Sorpresa y contradicción. Eso fue lo que sintieron ayer la mayoría de la treintena de personas que participaron en una ruta guiada por el patrimonio industrial de Trubia. A muchos les resultó todo un descubrimiento la variada riqueza de factorías, viejas comunicaciones y barriadas obreras, al mismo tiempo que lamentaron la falta de conservación de unos elementos históricos desaprovechados como reclamo turístico.

La iniciativa, encuadrada dentro de los actos del 225 aniversario de la fábrica de armas, contó como guía con el historiador y presidente de la asociación de vecinos, Toño Huerta, quien les llevó a conocer casi todos los rincones de la localidad ovetense, a través de un itinerario que arrancó hacia las diez de la mañana y que se prolongó hasta la una del mediodía.

La plaza General Ordóñez fue el punto de partida elegido para un público con predominio de vecinos del casco urbano ovetense, aunque también los hubo de Avilés y de concejos vecinos como Grado y Santo Adriano. "Varios participantes mostraron su sorpresa por el escaso conocimiento que existe sobre estos vestigios del auge industrial", indicó el propio Huerta nada más terminar el recorrido.

El primer alto en el camino tuvo lugar en la antigua presa de El Machón, construida a finales del siglo XVIII. Allí, Toño Huerta explicó a los presentes cómo la misma servía como fuente de abastecimiento de agua para la factoría armamentística. "Es de lo poco que queda de los primeros pasos de la fábrica de armas", relató el experto, entusiasmado ante el interés mostrado por sus acompañantes.

Seguidamente, la ruta discurrió por el entorno del complejo fabril, para ver varios de sus detalles desde el exterior. El puente del ferrocarril del norte, las instalaciones del ferrocarril Vasco Asturiano y las diferentes barriadas construidas en la localidad trubieca desde finales del siglo XIX hasta 1953 completaron el amplio abanico de puntos de interés dignos de visita.

Las preguntas de los asistentes acerca del deterioro de muchos de estos vestigios reabrieron viejos debates acerca de las medidas para recuperar los mismos. "La idea de habilitar un museo que ya proviene del año 2001 fue una de las cosas más comentadas", explicó Huerta, quien también sacó pecho de su condición de sexta generación de trubieco ante la curiosidad de los ruteros.

Nueva visita

La actividad, encuadrada dentro de unos actos que también conmemorarán los 175 años de la llegada a la localidad cañonera de Francisco Antonio de Elorza, el general Elorza, se repetirá el próximo viernes a las diez de la mañana. Ese mismo día, la programación especial continuará por la tarde con una conferencia, a partir de las 19.30 horas en el Casino Obrero, titulada "La canalización del río Nalón y los orígenes de la Fábrica de Armas de Trubia", a cargo del Ingeniero de Minas, Guillermo Laine San Román.