El barrio de Guillén Lafuerza se despertó sobresaltado en la madrugada del Viernes Santo a causa de un misterioso suceso. Un incendio cuyas causas se desconocen dejó totalmente calcinados dos vehículos que se encontraban estacionados en la calle Manuel Llaneza. La dimensión del fuego y el ruido de las explosiones de los neumáticos alertaron a los vecinos para llamar a los bomberos y que estos sofocaran las llamas.

Los hechos tuvieron lugar en torno a las tres menos cuarto de la madrugada. Las llamas se iniciaron, según las primeras investigaciones, en un Peugeot 607 estacionado en la calle, de sentido único. Minutos más tarde, las llamas se extendieron hasta un Ford Mondeo aparcado justo al lado, que también sufrió graves daños.

Inmediatamente al conocerse los hechos, se desplazaron hasta el lugar, además de efectivos del Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento (SEIS) del Ayuntamiento de Oviedo, agentes de la Policía Local y la Policía Nacional. Agentes de este último cuerpo se encuentran investigando las causas del incendio, pues hasta el momento se desconoce si fue provocado o fruto de una avería en el vehículo.

La sombra de los "quemacoches" está muy presente en la zona, pues en el cercano barrio de La Corredoria se han sucedido al menos media docena de casos de vehículos calcinados, supuestamente provocados, en los tres últimos años.

Salida de vía en el Naranco

Los bomberos tuvieron que actuar también en la madrugada del sábado en el Naranco. Un vehículo se salió de la calzada un kilómetro más arriba de San Miguel de Lillo. Cuando los efectivos llegaron no había conductor, que apareció horas más tarde. Dijo que dejó solo el vehículo porque estaba buscando ayuda.