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Trabajadores sociales de toda Asturias llenan el Calatrava tras una plaza en el Ayuntamiento

"Hay mucho titulado y poca oferta de empleo", dicen los asistentes a una prueba que congregó a 305 aspirantes a ocupar cuatro puestos municipales

Trabajadores sociales de toda Asturias toman el Calatrava para lograr una plaza en el Ayuntamiento

Trabajadores sociales de toda Asturias toman el Calatrava para lograr una plaza en el Ayuntamiento

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Trabajadores sociales de toda Asturias toman el Calatrava para lograr una plaza en el Ayuntamiento L. BLANCO

Nerviosismo, largas colas, pero al fin y al cabo mucha fe se dio cita ayer al mediodía en el palacio de congresos del Calatrava. Un total de 305 personas provenientes de toda Asturias se dieron cita en el popular edificio ovetense con la esperanza de superar la prueba de acceso para seguir compitiendo por una de las cuatro nuevas plazas de trabajador social convocadas por el Ayuntamiento. La falta de oferta de este tipo de plazas en el mercado laboral y la necesidad de preparar futuros exámenes obligaron a abrir la sala principal del equipamiento para acoger el examen.

Entre los participantes en la prueba, de 30 preguntas de tipo test para la que los aspirantes tuvieron 40 minutos, estuvo la exconsejera de Bienestar Social del Principado de Asturias, Noemí Martín, con la misma tensión que el resto de sus competidores. "Desde que dejé la política trato de apuntarme a todos los exámenes para ir mejorando; hay que intentarlo todo lo que se pueda", confesó mientras esperaba la llamada de los empleados públicos encargados de organizar el ansiado examen.

Junto a Martín estaban otros 304 aspirantes de los 393 inscritos inicialmente, entre los que la presencia femenina era masiva. "Lo cierto es que tanto en la Universidad como en este tipo de pruebas suelen predominar las mujeres, pero a mí me encanta esta profesión", confesó uno de los pocos varones presentes, que prefirió no dar el nombre al tener actualmente otros compromisos laborales. "Busco mejorar me situación con una plaza faja", señaló para justificar su presencia en la prueba a pesar de tener otro trabajo actualmente.

Casi todos coincidieron en destacar la fuerte competencia. "La participación es abrumadora porque hay pocas plazas y cada vez más titulados en paro", indicó la sierense Alba Meana, que lleva desde que acabó la carrera en 2017 presentándose a las escasas oposiciones públicas que salen para tratar de obtener un puesto de trabajo fijo.

De todos modos, muchos se tomaron el examen como un entrenamiento de cara a futuras convocatorias. "Mucha gente tiene entre ceja y ceja las oposiciones convocadas por el Principado para septiembre porque hay más plazas y, por tanto, más opciones", explica la propia Meana, que, a la salida de un examen calificado por muchos de difícil, que sólo permitirá a los aprobados optar a una segunda prueba de desarrollo.

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