Una imagen propia de un barrio marginal. Así definen los vecinos de Guillén Lafuerza el efecto que causa la presencia, desde hace quince días, de dos coches calcinados en la zona de aparcamiento de la calle Manuel Llaneza. Los residentes reclaman que desaparezcan de allí los vehículos que resultaron incendiados durante la madrugada del pasado Viernes Santo.

La Policía Nacional asegura que las investigaciones para esclarecer los hechos siguen abiertas, pero que los coches pueden ser ya llevados al desguace sin problema. Por su parte, fuentes de la Policía Local aseguran desconocer el motivo del abandono de los turismos, pero apuntan a que podría tratarse de que los propietarios todavía no han decidido retirarlos.

El incendio que sorprendió a los vecinos en la noche del Jueves al Viernes Santo es todavía un misterio. La Policía dice que las investigaciones están abiertas y, por tanto, no descarta ninguna hipótesis: podría haberse tratado de un suceso fortuito o provocado, cuestión esta última que parece cobrar fuerza, aunque aun debe ser confirmada por las pruebas practicadas por la Policía científica.

Ambos cuerpos policiales admiten desconocer las causas por las que los dos turismos, un Ford Mondeo y un Peugeot 607, permanecen aún en la vía pública.

Mala imagen

Los vecinos se quejan de una situación que califican de surrealista. "Está bien que tomen pruebas, pero ocupan plazas de aparcamiento y no me parece normal que tengamos que ver todos los días este panorama en la calle", comenta un residente molesto que prefiere mantenerse en el anonimato para no ofender a los propietarios. "Imagino que bastante tendrán con el disgusto del incendio, pero alguien debería tomar cartas en el asunto y quitar los coches de ahí", añade con la esperanza de que sus quejas permitan devolver a la normalidad a la calle Manuel Llaneza.