El joven que se estampó la madrugada del sábado contra la fuente de Cuatro Caños, que destrozó con su coche uno de los emblemas de la localidad ovetense de La Corredoria, es uno de los "mayorinos" del Angliru. Héctor Carballo, que dio positivo en la prueba de alcoholemia, formaba parte del grupo de siete veinteañeros que en enero del año pasado se quedaron atrapados por el temporal de nieve a la altura de la Cueña les Cabres, un suceso que se convirtió en viral a raíz de sus conversaciones con el jefe de sala del 112.

Algunas expresiones del responsable del servicio de emergencias a la hora de atender las llamadas de socorro de los jóvenes, como las de "ya somos mayorinos" o "cuatro por cuatro, dieciséis", sirvieron para costarle un apercibimiento al jefe y para que esas grabaciones corriesen como la pólvora.

Héctor Carballo dijo en su momento que volvería a ser protagonista de alguna otra "hazaña" digna de ser reseñable y no ha faltado a su promesa. Aunque en esta ocasión no lo buscaba, Héctor Carballo vuelve a ser noticia. Reconoce que no está atravesando "una buena racha" y aún no puede explicarse cómo ocurrió el accidente, aunque tampoco esconde que se tomó unas copas antes de coger el coche.

"Sí, el conductor era yo. Había salido de trabajar y tomé algún cacharro, pero lo importante es que no le ha ocurrido nada a nadie", explicó esta mañana el joven durante una conversación telefónica con LA NUEVA ESPAÑA. No en vano, Héctor Carballo iba con otro varón y con una joven de veinte años que resultó herida leve. "Le duele un poco la espalda, pero gracias a Dios no es nada grave", afirma Héctor Carballo.

El suceso del Angliru

El suceso que hizo famosos a los "mayorinos" del Angliru ocurrió la madrugada del 7 de enero del año pasado. Eran las cuatro y media de la mañana cuando este grupo de aficionados a las rutas en todoterreno avisaron al 112 para comunicarles que se habían quedado atrapados por un temporal que estaba previsto y que estaba causando verdaderos problemas en distintos puntos de la región. La Guardia Civil intentó acceder al lugar con ayuda de operarios del Ayuntamiento de Riosa, que acudieron al lugar aún fuera del horario de trabajo. Fue imposible, por lo que se pidió a los jóvenes que descendieran a pie mientras iban en su encuentro. No fue hasta las doce de la mañana cuando el grupo ya se encontró fuera de peligro.

"Vamos a volver a hacerlo, a repetir la hazaña", cuentan los jóvenes atrapados en playeros en la nevada de El Angliru

"Vamos a volver a hacerlo, a repetir la hazaña", cuentan los jóvenes atrapados en playeros en la nevada de El Angliru

La grabación de la conversación entre los jóvenes y los servicios de emergencia revela la tensión que se vivió en algunos de los momentos por la espera para el rescate. Fuentes de los servicios de rescate consideraron temeraria la conducta de los jóvenes. Dos de los integrantes del grupo optaron por bajar por sus propios medios. El resto, esperaron por la Guardia Civil, que al final, tras comprobar que era imposible transitar por la vía, pidió a los jóvenes que descendieran a pie hasta cerca del área recreativa de Viapará, teniendo que andar entre la nieve unos tres kilómetros antes de encontrarse con los agentes.

Los cinco jóvenes que decidieron esperar a la Guardia Civil permanecieron más de tres horas en el vehículo hasta que, al amanecer y siguiendo las indicaciones de los agentes, iniciaron el descenso a pie. Ninguno de ellos iba vestido con ropa de montaña y todos llevaban calzado de calle. Alguno, incluso, iba con camisa y cazadora. No fue hasta las doce de la mañana cuando el grupo, en su mayoría de Mieres, ya se encontró fuera de peligro. "Nos sentimos desamparados y maltratados por el 112. No es normal que llames para pedir auxilio, te dejen tirado y se rían de ti por teléfono", dijeron en su día los afectados.