A las ocho la conferencia "El histórico apoyo de la nobleza asturiana a favor de la igualdad entre príncipes y princesas: la Princesa de Asturias, doña Leonor" que ofrecerá Manuel Rodríguez de Maribona con motivo de la visita a la región de Leonor de Borbón. Rodríguez de Maribona es director de la Academia Asturiana de Heráldica y Genealogía. Presenta Manuel Ruiz de Bucesta, canciller del Cuerpo de la Nobleza de Asturias.

El Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA acogió ayer el estreno absoluto de "El quinto hombre", el documental de Emilio Ruiza sobre el histórico socialista Andrés Saborit (Alcalá, 1889). Figura clave en los movimientos obreros en España en la primera mitad del siglo XX, Saborit no tuvo, no obstante, la repercusión histórica de otros nombres como Besteiro o Largo Caballero, con los que sí compartió presidio por su participación en las huelgas de 1917. Su familia expresó ayer que el trabajo presentado en Oviedo, colofón de la celebración del centenario de su nacimiento, pretende en parte evitar que se silencie su legado. Para la familia socialista, no obstante, la figura de Saborit, sigue presente. Como expuso ayer el senador Fernando Lastra, "su libro 'Asturias y sus hombres' acompañó a muchos socialista en la larga noche franquista, como reconocimiento reverencial a su figura".

Lastra citó las palabras del escritor Albert Camus cuando decía que su generación conoció en España "que uno puede perder y tener razón, que la fuerza puede destruir el alma y que a veces el coraje no tiene recompensa". "Pero con Saborit", reflexionó Lastra, "contradiciendo a Camus, el coraje sí tiene recompensa, que sintamos, hoy, que gobiernan las leyes, no los hombres".

La victoria del regreso de la democracia, que Saborit pudo conocer y disfrutar, al volver de su exilio en Suiza tras el muerte del dictador Franco, fue una de esas satisfacciones, como también ver el resurgir de su partido, el PSOE. De este "asturiano de corazón y socialista de vocación", el documental y su familia, representada ayer por Rafael y Ana María Saborit, destacan su honradez, su humildad y su coherencia. "Nuestro abuelo", contó ayer Rafael Saborit, "era impermeable a la corrupción, muy poco gastoso como dice en el documental Alfonso Guerra, había una perfecta adecuación en la vida privada entre lo que hacía y lo que decía en política".

Socialista moderado, un "socialdemócrata adelantado", fue también un firme creyente en el municipalismo, como concejal en Madrid, y firme defensor de los trabajadores, en especial de los asturianos, región por la que fue diputado y en la que combatió, tanto la represión tras las huelgas, como el cierre de fábricas o donde logró que Fomento desarrollara la Avenida de los Monumentos, en Oviedo.

Emilio Ruiz, director de "El quinto hombre", celebró que el estreno de su trabajo fuera aquí, en Asturias, la tierra a la que tanto estuvo ligado. El coloquio y el estreno del documental sirvieron también para destacar la importancia de la obra producida por Saborit, sus libros, su condición autodidacta que le emparenta con Pablo Iglesias y su relevancia en la génesis del socialismo en España. La familia pidió que, ahora que un jardín recuerda su figura en Madrid, también se pueda dejar una huella suya en algún lugar de Asturias.