Los bomberos de Oviedo rescataron ayer, en apenas una hora, a dos ancianos que habían sufrido percances similares en sus respectivas viviendas en la calle del Rosal y la plaza Primo de Rivera. El primero de los casos fue el más grave. Una mujer permaneció tirada en el suelo durante 48 horas hasta que los vecinos escucharon sus llamadas de auxilio. El otro episodio, muy parecido, obligó a los efectivos a rescatar a un hombre de 91 años que se había caído y llevaba un día entero sin poder levantarse.

El rescate de la calle del Rosal se complicó más de lo previsto. Los vecinos que oyeron los gritos de la mujer, de edad avanzada, dieron la voz de alarma al mediodía y no fue hasta la una y media de la tarde cuando los bomberos pudieron rescatarla y ponerla a disposición de los servicios sanitarios. Los efectivos trataron de entrar en la vivienda a través de las ventanas, pero las características de las mismas hacían muy difícil el acceso, por lo que optaron por forzar la cerradura.

Una vez atendida, el personal de la ambulancia señaló que el estado de la anciana no revestía gravedad a pesar del largo periodo de tiempo que había pasado sin levantarse y, por tanto, sin poder comer ni beber.

Una hora después, los Bomberos tuvieron que acudir a un edificio de la plaza del general Primo de Rivera para rescatar a un hombre, igualmente de avanzada edad, que había caído en su piso y que llevaba un día sin poder levantarse. En esta ocasión, los miembros de Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento (SEIS) entraron a través de la terraza del piso, situado en la novena planta del edificio.

Para Seguridad Ciudadana, ambos casos suponen un toque de atención a familiares y vecinos de personas mayores para que presten más atención con el fin de evitar situaciones de este tipo.