"Ante un caso de anorexia, por avanzado que esté, siempre es posible hacer un bien al paciente, aunque no se logre la curación". Así lo aseguró ayer en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA el doctor Ángel Álvarez, internista del Centro Médico, autor del libro "Anorexia nerviosa: comprensión y apoyo terapéutico", en el que plasma su amplia experiencia en el tratamiento de la enfermedad.

Álvarez estuvo acompañado por otros especialistas en tratar el trastorno, como la psicóloga Raquel Baeza, quien dejó claro que las anorexias nerviosas tienen muchas aristas. "Se piensa que se trata de querer bajar de peso por una cuestión de moda, y eso es quedarnos en la superficie del problema, desde el punto de vista terapéutico hay mucho más; debemos darnos cuenta del sufrimiento que padecen estas personas", señaló.

"Es muy importante el contexto social y familiar, que puede repercutir negativamente en la autoestima. Suelen ser personas a las que les cuesta expresar sus emociones y tienen necesidad de atención", aseguró Baeza.

El psiquiatra Ángel García-Prieto destacó que la anorexia nerviosa o mental produce muchas muertes, "es una enfermedad muy difícil que provoca un miedo intenso a ganar peso y altera la percepción corporal. Suelen ser personas jóvenes que están delgadísimas y se sienten gordísimas", recalcó.

Soledad García del Real, endocrinóloga, habló de las manifestaciones físicas de la anorexia, con síntomas como modificaciones metabólicas y piel seca, sobre todo en las palmas de la mano, así como alteraciones digestivas tales como dolor abdominal. El acto fue presentado por la periodista Carmen Casal, que destacó el humanismo de Ángel Álvarez.