El ingeniero ovetense Guille Rodríguez es desde hace siete años director de redes sociales y reputación on line del grupo hotelero Palladium. Residente en Ibiza, ha visitado su ciudad natal para participar en el Congreso Nacional de Innovación Turística organizado por Otea, cuya clausura tuvo lugar ayer.
- ¿Por dónde empieza una empresa turística u hostelera para hacerse sitio en internet?
-Lo que tienes que tener claro es el objetivo: vender, comunicar mis servicios, mis productos o hacer un canal de atención al cliente.
- Hoy los hoteles cuentan con plataformas para sus reservas. Tendrán ventajas e inconvenientes.
-La ventaja es que te garantizan unas ventas, tienen un potencial de marketing muy grande. La desventaja son los márgenes, que sobre todo para los pequeños son complicados. Hay que llegar a puntos donde el acuerdo sea beneficioso para ambas partes.
- Se habla de la falta de conectividad como un gran problema del medio rural asturiano.
-La conectividad es una barrera, pero en Asturias tenemos una situación privilegiada en ese sentido. El Principado hizo hace años ya una red de fibra óptica que llega a todas las poblaciones de más de 1.000 habitantes. Obviamente, eso no tiene por qué quedarse ahí, hay que bajar a poblaciones de menos habitantes, garantizar que las casas de aldea que están en poblaciones pequeñas tengan esa conectividad.
- ¿Es imprescindible?
-El cliente hoy quiere estar conectado sí o sí, donde sea, aunque sea perdido en el monte. En cualquier caso, donde no llega la iniciativa privada, Asturias es un ejemplo de cómo la iniciativa pública puede salvar ese escalón.
- Usted vive fuera desde hace años ¿Qué imagen turística cree que tiene Asturias?
-Yo no conozco a nadie a quien no le haya gustado Asturias cuando ha venido a visitarla. Tenemos puntos muy fuertes: cultura, patrimonio, las playas son preciosas, montaña, zonas verdes, bosques, reservas naturales. Tenemos un patrimonio turístico impresionante: las ciudades son cómodas, están las aldeas, los pueblos. Quizá lo que tenemos es que pensar bien de esos puntos cuáles son los diferenciales respecto a otros sitios para potenciarlos.
- ¿Por ejemplo?
-Tenemos unas playas maravillosas, pero no podemos competir por sol y playa porque el clima nos permite tener dos o tres meses de verano frente a otras partes que tienen cinco. Hay que ver qué mercados podemos ganar. Por ejemplo, el turismo de golf. O el mercado chino, que no es de sol y playa. Pero eso implica una estrategia a medio y largo plazo.
- Que quizá no existe hoy.
-Creo que aquí debería haber un consenso político, establecer un plan estratégico a medio y largo plazo con altura de miras. Organizaciones como Otea están apostando muchísimo por esto, por la innovación, por proponer medidas. Debemos posicionar Asturias como innovadora en turismo, ahí podemos resolver el problema de la estacionalidad, captar otros mercados y otros tipos de turismo de calidad que nos hagan más competitivos y sobre todo más rentables.
- ¿No lo somos lo suficiente?
-Está viniendo gente a Asturias. El turismo es ya el 12 por ciento de la economía asturiana, pero el que está viniendo lo hace a costa de precio, y no siempre tiene que venir a costa de bajar el precio. Tenemos que traer un turismo que, siendo competitivos en precio, también sea rentable para el empresario, que es lo que crea empleo de calidad, te permite tener gente con salarios buenos y estables.
- La gastronomía es uno de nuestros puntos fuertes en sí, pero quizá no lo aprovechamos lo suficiente.
-Un ejemplo lo tenemos en el País Vasco, que apostó hace veinte años por la gastronomía, y los resultados que ahora parece que aparecen de la nada vienen de ahí. Asturias es un destino que no tiene nada que envidiar al resto. Es una región con muchísimo talento, con ganas de trabajar, con recursos para hacerlo. Tenemos el reto de la descarbonización, y tenemos que pensar qué queremos ser de mayores, dónde vamos a ser buenos, en qué queremos ser competitivos. El turismo es un sector más, no es el único, pero tenemos que buscar ser más rentables y ser posicionados como innovadores. Los ingredientes los tenemos.
- ¿Quizá no están los asturianos suficientemente unidos?
-Pasa en muchos lugares, no solo en Asturias. Tengo que darme cuenta de que no siempre el de al lado o el de enfrente es mi rival. A lo mejor lo es en un momento muy concreto, pero tenemos que buscar alianzas. Otea es un ejemplo de unión maravilloso, y eso se tiene que plasmar en acciones concretas, que los empresarios elaboren y sumen y no vean que si al de al lado le va bien como algo negativo sino como una oportunidad para que a mí me vaya bien también. Tenemos que transformar esas amenazas en oportunidades.
