Las cuentas del gobierno de PP y Ciudadanos en Oviedo son las del "retroceso" y llevan la fiscalidad a los tiempos de hace más de una década, con serios recortes en becas de educación (un 25% menos) y en empleo (50% menos) y con inversiones, denunció ayer Somos, "para los amiguetes". Dando la vuelta a las palabras del teniente de alcaldía, Nacho Cuesta, la líder de Somos, Ana Taboada, resumió la situación con un "no es un presupuesto de transición, sino de la Transición".

Para Taboada el día de presentación de las cuentas del nuevo gobierno de Canteli es un día "muy triste", por el recorte a la política de aumento del gasto social que ellos pusieron en marcha en la etapa del tripartito. Tanto ella como sus compañeros Rubén Rosón y Anabel Santiago hicieron detalle de esos recortes. El "hachazo" a las becas de educación (comedor, libros de textos, etc.) es del 25%, pasando de 4,16 millones del año pasado a 3,75 en lo previsto para 2020.

En el área de empleo, relataron, el panorama es mucho peor. Se pierden casi 4 millones en empleos directos de los planes de empleo y otros tantos en gastos asociados a los mismos. Son casi 300 puestos de trabajo, en palabras de Rosón, que avanzó sus temores a que Oviedo no vuelva a contar a partir de 2021 con más planes de empleo una vez amortizado el que su equipo dejó en marcha de "Oviedo, ciudad semilla" que sí recoge el presupuesto.

Rosón, Taboada y Santiago añadieron a esta visión de recortes sociales la de la "política de amiguetes", aludiendo a la concesión de ayudas directas a determinadas entidades. Taboada denunció también que los barrios y la zona rural brillan por su ausencia y enumeró otras faltas notables, a su juicio, del presupuesto, como la policía de proximidad o el plan de serenos, el centro de salud de la Manjoya, el cierre del colegio Ángel González, el centro social del Cristo, el polideportivo de Trubia, los accesos del Tartiere o los planes para comprar la fábrica de Gas.

Las partidas destinadas a resolver el contrato con los redactores del plan del Bulevar y las previstas para desarrollar uno nuevo fueron tildadas por Taboada como la política del "deshacer", "el derroche" y el "tirar a la basura el trabajo de los funcionarios". Con parecidas palabras, Rubén Rosón resumió el proyecto de presupueso como el del "siglo pasado". "Dejan a más de 2.000 familias ovetenses sin becas de educación, una cifra equivalente a toda la población de Trubia", resumió.