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Botas para andar en familia | Por tierras de Llanes

El reino de la caliza y el agua

La ruta que va del Alto de la Tornería a la Llosa de Viango sorprende al caminante con grandes extensiones de pradera y bosques de hayas

Zona de pradera. A. A.

Para ir del Alto de la Tornería a la Llosa de Viango, en Llanes, debe tomarse a pista de hormigón que sale a la izquierda junto a una manga de ganado que se dirige hacia la Sierra del Cuera, pasando junto a varias cabañas y dejando, como a un kilómetro, una pista que sube a la izquierda, donde puede ojearse la carretera desde la que se llega, desde Posada de Llanes y el Mazuco, así como las casas del pueblo

La pista finaliza en el collau Rubiera junto a una cabaña desde donde se divisa al fondo la mole de Peña Blanca. Prosigue por un dificultoso sendero que bordea la peña La Pasada, que se rodea para entrar en el valle de Viango. Es un valle cerrado con orientación este-oeste, que va paralelo a la costa y a la Sierra del Cuera. El camino continúa en dirección este, debiendo tener la precaución de seguir por el sendero que va a media ladera.

A medida que avanza el camino se ven a la derecha los prados y cabañas de la Vega del Cubo. Poco a poco el sendero desciende hacia el fondo del valle, pero sin llegar a él, entrando en la zona de Valle Alto. El sendero es un continuo sube y baja hasta que se ven al fondo entre los arboles las praderas de La Llosa hacia la que hay que dirigirse. La Llosa de Viango forma con el Valle Alto y el Valle de la Raíz la uni dad de los Valles Colgados. Son valles ciegos que no poseen salida para las aguas, por lo que quedan atrapadas buscando salida a través de cuevas o jous.

La Llosa Viango es una vega de casi 1,5 km de, largo, plana, en la que se forman varias lagunas en invierno que se acaban por secar a final de verano. Enfrente de donde se entra a la Llosa, hay una cueva por donde se sume el agua y se escucha su discurrir. La Llosa geológicamente es una depresión en una zona de gran extensión plana en forma de valle alargado y "cercado". La llanura se debe a la acumulación en el fondo de las arcillas de descalcificación. Es necesario seguir hacia el oeste a través de la vega, hasta un pequeño lago que en verano apenas tiene agua, pero que transporta a un mundo de fantástica belleza, lleno de vida, rabiosamente verde, salpicado por unos pocos árboles.

A la derecha de la Llosa se aprecia el murallón del Cuera y el gran hayedo del Traviesu. El camino se interna en los prados de Saldelapiedra, que se encuentran a la izquierda del valle. Hay que cruzar las cercas de piedra para girar a la izquierda y ascender por el pequeño valle de la Cotera de los Gamones, que está al norte de la Llosa. En ese punto se abandona el valle para poner rumbo a la zona alta de la Sierra de los Collaos, (a la izquierda), a través del valle La Cotera de los Gamones, para lo cual se coge el sendero que sale por encima de los prados y que en suaves zigzags lleva a la zona alta, desde donde se obtiene una inmejorable vista del valle de la Llosa Viango y del murallón de los Traviesos con el Pico Turbina.

Según se va ascendiendo puede apreciarse una roca situada en la parte alta de la ladera de la izquierda, que parece un buitre al acecho. Se llega junto a un abrevadero, donde a la izquierda sale un sendero perfectamente marcado que lleva a la parte alta de la Sierra de los Collados, pero que no debe seguirse.

Es necesario continuar de frente ascendiendo hacia unas piedras que quedan enfrente, las cuales atraviesan por pequeñas escotaduras que conducen a la base de la línea de cumbres.

Se trata de una sierra muy complicada y peligrosa de recorrer por su cresta. Ofrece una magnífica vista de la costa.

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