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Las Escuelas Blancas se emplean

El colegio de San Lázaro acoge talleres formativos para mejorar las condiciones laborales de las familias

Carmen y Bruno Curto, Rebeca de Soignie, Angelika Waksowicz, Dilan Morilla, Daniela Poo y Delio Entrialgo. M. N. M.

Las Escuelas Blancas de San Lázaro se empeñan en dar un servicio a la comunidad de su entorno que está más allá de la pura educación de los niños. También quiere que las familias de sus alumnos tengan mejores oportunidades, y una de las actividades que ha organizado, a través del AMPA y con la colaboración de Ayuda en Acción, es un taller de empleabilidad. Impartido por Maite García Pérez, el taller quiso convertirse no solo en un instrumento para conseguir empleo sino también en una forma de que la gente con empleo pueda mejorar su capacitación laboral y, con ella, tenga acceso a mejores oportunidades.

El taller contó con la participación de varias mujeres, que tuvieron la oportunidad de dejar a sus hijos en buenas manos. Mientras ellas mejoraban sus habilidades laborales, sus hijos participaban en un taller sobre nutrición y hábitos alimenticios saludables en el que aprendieron y se divirtieron a partes iguales, impartido por la asociación Youropia.

Maite García Pérez incidió en el cambio del paradigma laboral que se ha dado en los últimos tiempos, en los que los procesos de selección son muy distintos, y donde el perfil del trabajador busca a profesionales con capacitaciones transversales, que tengan buen manejo de las tecnologías de información y comunicación, y que "tengan capacidad de aprendizaje a lo largo de toda la vida".

Otro aspecto importante es, según la monitora del taller, conocer las herramientas de que se puede disponer para encontrar empleo, que no son pocas. Conocer el tejido empresarial y las asociaciones que forman parte de él, así como utilizar correctamente los boletines de empleo o las redes sociales pueden ser muy buenas formas de acercamiento a nuevas oportunidades. También es importante participar en eventos y tejer redes de cooperación. "Nunca se sabe dónde puede surgir el contacto correcto: en este mismo curso puede darse, y hay que abrirse a todas las oportunidades", sostuvo Maite García.

El centro tiene también en marcha el programa "Mujeres en acción", un programa de inserción sociolaboral con varias sesiones grupales e individuales en las que también se trabajan las competencias en tecnología y las habilidades personales de cada mujer.

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