El mercadillo de la Plaza Porlier "parece sacado de un cuento" y da "mucho color" a la Navidad en Oviedo. Al menos esa es la opinión de Marta Álvarez, una ovetense que lleva catorce años viviendo en Madrid y que ayer aprovechó su vuelta a casa para visitar los puestos instalados con motivo de las fiestas. "No hay más que ver que está lleno de gente. La oferta que hay invita a venir porque está precioso. La verdad es que le da un aire diferente a la Navidad y eso se agradece", señala Álvarez, que estuvo en el mercadillo de estilo nórdico junto a su hijo Fernando Bobes.
A eso de la una de la tarde de ayer, la plaza Porlier estaba llena. Al ser un día festivo, las familias acudieron juntas a disfrutar de la oferta de un mercadillo en el que puede encontrarse de todo. "De momento nos hemos comprado una bufanda y unos turrones para Nochebuena, pero a mi me apetece todo. A lo mejor termino comprándome unos pendientes que acabo de ver aquí al lado", aseguraba María del Mar González pidiéndole con la mirada complicidad a su marido, Ramón Pérez. La mujer se refería al puesto de Noemí Suárez, que vende joyas y complementos de su propia marca, Señorita Ketita. "La gente está respondiendo muy bien. Ya hubo mucha gente ayer después de la inauguración -por el jueves-, pero ahora está lleno y se está vendiendo muy bien", asegura Suárez.
La mayoría de los vendedores consultados consideran que la ubicación elegida para el mercadillo es mejor que la de años anteriores, cuando se celebraba en la Plaza de la Escandalera. "La disposición de los puestos es mejor. Al estar todos tan juntos la gente puede pasear por el centro de la plaza y tener acceso a todas las ofertas. Además, por aquí pasa mucha gente y eso siempre es bueno para los comerciantes", señala Sara García, que junto a Sheila Blanco atiende el puesto que tiene instalado la turronería Diego Verdú en la Plaza Porlier. "La gente está comprando bastante. Pasan por aquí y se acuerdan que aún no tienen mazapanes para Navidad", explica Blanco.
Miguel Bores, que atiende un puesto de venta de plantas de aire, también es de los que piensa que Porlier es mejor sitio que la Escandalera para el mercadillo navideño. "Estamos mejor aquí. La verdad es que está todo muy bien montado y parece que las ventas van a ser mejores, al menos eso parece", afirma. María Núñez, que vino a Oviedo desde Mieres para acudir al mercadillo, también piensa lo mismo. "Yo vengo todos los años porque me encantan los mercados navideños. No hay color. No sólo es por la ubicación, este año hay muchas más cosas y de todo tipo", mantiene.
En uno de los bares instalados en la Plaza Porlier también había buen ambiente. Clara Gómez y su novio Eduardo Martínez, ambos ovetenses, reponían fuerzas antes de seguir comprando. "Espero llevarme de aquí algunos regalos para la familia, que luego se me echa el tiempo encima. Entre tantos puestos será difícil que no encuentre algo. De momento ya tengo un anillo para mi madre y un juguetito para mi sobrino pequeño", explicaba ella apurando un café con leche.
