La vía muerta de la investigación policial sobre el atropello al joven Rafael García en la madrugada del pasado 12 de octubre a la puerta de su casa en Muñoz Degraín no lo es tanto. Pese a que se han archivado temporalmente las diligencias en el juzgado, los agentes tienen todavía algunos rastros que podrían acabar estrechando el cerco para dar con el conductor culpable. El análisis de los restos de pintura plástica en la zona del atropello, la misma mañana en que se produjo, permitió identificar el vehículo como uno del grupo Volkswagen.

A partir de ahí, la Policía no ha podido profundizar en el detalle del vehículo, ni marca concreta, ni modelo ni color. Pese a todo, algunos agentes conservan la esperanza de tirar del hilo y hallar nuevas vías para la investigación.

Las mismas fuentes indican que la investigación nació lastrada por varios factores. El primero fue que el expediente abierto en el momento en el que se produjeron los hechos no se comunicó de forma efectiva al turno siguiente para que continuaran la investigación, lo que, sumado a los descansos de los turnos que trabajan por la noche, acabó provocando que en el departamento de atestados no tuvieran constancia del atropello a Rafa García hasta dos días después de que hubiera sucedido.

Según fuentes policiales, las investigaciones posteriores para localizar al conductor fugado tras el atropello del joven Rafa García, una vez que atestados se hizo cargo, no se desarrollaron en la mejor de las circunstancias posibles. Las comprobaciones realizadas en varias cámaras de vigilancia de la calle Muñoz Degraín no arrojaron pistas sobre el vehículo, las investigaciones sobre el terreno arrancaron demasiado tarde y, además, no se activó el protocolo en este tipo de casos. Tampoco, indican, se pidió la colaboración de la Guardia Civil, que ofreció a sus equipos de información para tratar de seguir posibles pistas que pudieran estrechar el cerco.

Por otra parte, y pese a que el juzgado ha decidido archivar de momento las diligencias previas ante la falta de pruebas, las lesiones que provocó el atropello al joven Rafa García tienen cada día una mejor previsión, tras haber consultado con el traumatólogo Mikel Sánchez. Fue este especialista el que le dio esperanzas de volver a practicar deporte, la gran pasión de Rafa García, exjugador del Masaveu y también amante del atletismo, y que decidió llevar esa pasión a sus estudios. "Quería acabar este año el ciclo de Deportes que estaba haciendo en Gijón, pero ahora lo tengo imposible", lamentaba hace pocas semanas el joven, al tiempo que anunciaba que aprovechará para sacar alguna formación, "aunque sea a distancia", y volver "con más fuerza" cuando logre recuperarse.