Durísimo revés para la Fábrica de Armas de Trubia y para el conjunto de la economía ovetense. Santa Bárbara (General Dynamics) se ha quedado sin el contrato de 2.100 millones de euros destinado a la construcción de los 348 nuevos blindados ("Dragón") para el Ejército español. El programa suponía la garantía de carga de trabajo en la planta trubieca para la próxima década y la generación de decenas de empleos. El anuncio ha sido recibido con "inquietud y preocupación" por parte de la plantilla.
LA NUEVA ESPAÑA, citando fuentes del sector armamentístico que conocen de primera mano la marcha del proyecto, ya adelantó el pasado martes que la negociación entre Defensa y Santa Bárbara había entrado en una situación "delicada". Las peores previsiones se cumplieron ayer. El Ministerio declaró desierto el concurso para la compra de los blindados, para el que en julio había designado a Santa Bárbara como contratista principal de manera directa y sin concurso público. Y es que, para el departamento que dirige en funciones Margarita Robles, con ascendencia familiar en Oviedo, la filial de General Dynamics era entonces la "única opción con capacidad industrial suficiente" para afrontar el que va a ser el mayor contrato de armamento de la historia del Ejército de Tierra.
Tras la adjudicación por ese procedimiento "negociado y sin publicidad", justificado en razones de "seguridad nacional", Santa Bárbara y Defensa iniciaron las conversaciones para dar forma al encargo. El contrato iba a firmarse este mismo año, según indicaron fuentes ministeriales el mes pasado, tras la visita a Trubia del secretario de Estado, Ángel Olivares. Sin embargo, ayer se conoció que "por razones técnicas, operativas y económicas" la Oficina del Programa declaraba "desierto" el proceso. Y es que la oferta final de Santa Bárbara, según el Ministerio, no cumpliría los plazos de ejecución, el número de prototipos y vehículos y tampoco el orden de fabricación.
El motivo de la ruptura estaría, según fuentes conocedoras del proceso, en que Defensa rechazó revisar el pliego del contrato al alegar la empresa que entraría en pérdidas ante cualquier sobrecoste.
¿Y ahora? El Ministerio confirma que el interés por los 348 blindados sigue intacto. Por tanto, en principio, Defensa abrirá un proceso de licitación de libre concurrencia al que podrán presentar ofertas todas aquellas empresas interesadas, incluida Santa Bárbara. A día de hoy una cosa está muy clara: la fabricación del nuevo 8x8 va a acumular nuevos y graves retrasos.
Una incógnita a despejar es qué va a suceder con los cinco demostradores para el 8x8 que está elaborando una UTE de la que también forma parte Santa Bárbara y que se inspiran en el "Piraña", uno de sus carros de última generación. Y es que, al abrirse el concurso de los vehículos de serie, es posible que el adjudicatario final elija otro modelo distinto al de Santa Bárbara.
La fabricación de los cinco demostradores se adjudicó a la UTE que conforman Santa Bárbara, Indra y Sapa en el año 2015, por un total de 89,2 millones. El contrato ha sufrido diversas vicisitudes que se han traducido en demoras del plazo de entrega. Los prototipos deberían haber estado listos el pasado julio, mes en el que la Legión tenía previsto iniciar las pruebas. Sin embargo, para disgusto de los mandos militares, la entrega se retrasó primero a noviembre y, luego, hasta el mes de mayo de 2020. La demora ha motivado la apertura de un expediente a la UTE, que se arriesga a sanciones de hasta 10.000 euros por cada día de retraso.
En una decisión que resulta llamativa, el Consejo de Ministros aprobó el viernes una adenda al convenio con la UTE, teniendo en cuenta "la nueva planificación" de los programas tecnológicos del 8x8. Así, se trasladaban a 2020 los pagos previstos en 2019, a fin de "acomodarlos al ritmo de ejecución real". En la reseña del Consejo de Ministros no se culpaba del retraso a las empresas, sino a "la complejidad de los programas". Apenas 48 horas después de dar luz verde la adenda económica, el gobierno en funciones ha declarado desierto el concurso.
