Los cálculos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) asustan: en 2050 las superbacterias causarán incluso más muertes que el cáncer. La resistencia de microorganismos a los antibióticos ya se cobra hoy en España la vida de 3.000 personas al año. ¿Cuál es el origen? El "abuso" durante décadas de los antibióticos. Pero para los expertos, reunidos ayer en la Cámara de Comercio de Oviedo, este "no es el momento de buscar culpables, sino de buscar colaboraciones" para hacer frente al problema. "No culpabilicen a los ganaderos. Ellos han hecho lo que desde el ámbito científico y técnico les hemos vendido", pidió el investigador del Instituto de Ganadería de Montaña del CSIC Javier Giráldez en la jornada "Alternativas contra las bacterias resistentes en clínica y agroalimentación", organizada por la delegación asturiana del Consejo Superior de Investigaciones Científicas.

Giráldez recordó que en ganadería siempre se asoció el uso de antibióticos con una mayor producción de carne y de leche. Y así se aplicó durante décadas. Hasta ahora que las organizaciones sanitarias urgen una reducción de los medicamentos al pasar las superbacterias de los animales a los seres humanos a través de la alimentación. La pregunta que se harán los ganaderos es: ¿y si mis vacas se ponen malas, qué hago? La buena noticia es que hay alternativas. La científica del Instituto de Productos Lácteos de Asturias (IPLA) Ana Belén Flórez enumeró algunas: "Probióticos, vacunas, bacteriocinas o fagos". Entre todas ellas, la terapia fágica está llamada a tomar el relevo de los antibióticos.

"En su día se planteó su uso en clínica y cada vez hay más casos de éxito. Los bacteriófagos son los depredadores de las bacterias, son una especie de virus. Y entre sus ventajas están que son muy abundantes, muy específicos y, por tanto, tienen poca toxicidad", explicó otra bióloga del IPLA, Beatriz Martínez, quien aseguró que ante la batalla de las superbacterias hay soluciones en la propia naturaleza. Una de ellas son estos bacteriófagos que utilizan la estrategia de la depredación; otra son las bacteriocinas que compiten con otros microorganismos hasta eliminarlos, y la última, la "quorum sensing", que interfiere en las "redes sociales" de las bacterias patógenas. "Tenemos muchas más herramientas que antes y hay ejemplos nuevos de antibióticos, como el Teixobactin. Podremos con el problema", animó Martínez.

Otro interrogante: ¿es el fin de los medicamentos? Para Gabriel Moyano, director de comunicación de Laboratorios Ovejero, no. Es el principio, opinó, de usar "mejor" y de "forma racional" los antibióticos. En ganadería, por ejemplo, su aplicación ya se ha reducido más de un 30%, lo que quiere decir que "hay luz al final del túnel".