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SUSANA SÁNCHEZ | Nutricionista, presenta el libro de recetas "La cena está lista"

"El 80% de una dieta debe ser saludable y el 20% flexible para pequeños caprichos"

"Quien se preocupa por su salud acude a un profesional; el consejo de un vecino o un amigo sobre qué comer sale más caro que el nutricionista"

Susana Sánchez, con su libro. FERNANDO RODRÍGUEZ

Susana Sánchez Álvarez (Grado, 1973) acumula 25 años de experiencia en el mundo de la nutrición. Diplomada en Dietética y Nutrición por la Universidad de Navarra, se inició profesionalmente en el ámbito hospitalario. Más adelante puso en marcha su propia consulta, que actualmente funciona en Oviedo, Mieres y Grado. Amante de la divulgación, es colaboradora de LA NUEVA ESPAÑA. Acaba de publicar su primer libro, "La cena está lista" (Delallama Editorial), un compendio de 51 recetas -detalladas y con imágenes- para la última comida del día. La presentación es el jueves, a las 19.00 horas, en el Club Prensa Asturiana de este periódico.

- ¿Qué tal cenamos?

-La cena es una comida con un gran componente emocional. Si el día fue bueno, nos premiamos con una gran cena para festejarlo. Si hemos tenido un mal día, nos regalamos una buena cena para compensar las desgracias. Por eso es tan importante y por eso me animé a escribir este libro.

- ¿Qué hay que cenar y a qué hora?

-La cena debe ser ligera porque no pasa mucho tiempo hasta la hora de acostarse. Una cena copiosa puede influir en el descanso y la calidad del sueño. No podemos generalizar, pero como orientación podemos decir que lo más recomendable es cenar dos horas antes de irse a la cama.

- ¿Cenan peor los ansiosos o los vagos?

-Una persona ansiosa no tiene control sobre el tipo de alimento ni sobre la cantidad. Entra en un círculo vicioso de comer de manera poco racional, y el sentimiento de culpa le lleva a seguir picando y comiendo. Por el contrario, el vago tiende a elegir alimentos ultraprocesados o tipo "fastfood", que nunca suele ser una opción saludable: todo lo contrario, contienen gran cantidad de grasas, azúcares, sal, glutamato sódico y aditivos.

- Ir al nutricionista está de moda, como ir al psicólogo y al fisioterapeuta. ¿Hay algún nexo de unión entre los tres?

-Discrepo. Ojalá estuviese de moda. Muchos problemas, como hipertensión, diabetes o hipercolesterolemia, podrían corregirse. La persona que se preocupa por su salud no duda acude a un profesional, pero aún mucha gente prefiere el consejo del vecino o amigo, que a la larga sale más caro.

- ¿Intentamos que el nutricionista nos solucione otros problemas que tenemos y no queremos reconocer?

-En consulta, un buen nutricionista no debe centrarse solo en lo que se come y en cuánto. Muchas veces, la actitud ante la comida es la punta del iceberg. Debemos buscar cuáles son las emociones, los problemas y las causas que nos llevan a comer mal y a escudarnos en justificaciones. Es importante encontrar el porqué.

- ¿Buscamos dietas o buscamos milagros?

-Normalmente buscamos milagros, no cambios de hábitos que perduren en el tiempo. El peligro surge cuando nos marcamos un plazo muy corto. El cambio debe ser sin fecha de caducidad. Hay dos cosas que pretendemos hacer sin esfuerzo: adelgazar y aprender inglés.

- ¿Cuántos pacientes le han dicho: "De verdad, Susana, yo como poquísimo pero no paro de engordar"?

-Nos autoengañamos con frecuencia. Es una manera de justificar nuestro problema con el peso. En algunos casos puede venir de cambios hormonales, medicación, extabaquismo... Después, hay casos divertidos.

- Cuente alguno...

-Recuerdo una paciente que me aseguraba que seguía con rigor la dieta personalizada que yo le había pautado y que, sin embargo, no adelgazaba. Un día, una hermana suya me confesó que aquella mujer comía la dieta y, además, lo que preparaba para su marido.

- Así es difícil...

-Muy difícil. No obstante, también es fácil para el nutricionista pensar que la culpa la tiene siempre el paciente. Nosotros, como buenos profesionales, debemos preguntar y utilizar las herramientas necesarias para poder dar unas buenas pautas.

- ¿Qué porcentaje de casos da por imposibles a priori?

-La gente está muy motivada cuando acude a una consulta. Es a lo largo de las semanas cuando suele perder el interés. La clave está en un menú variado con recetas ricas y fáciles. El buen nutricionista se caracteriza por saber motivar al paciente. Ningún caso debe ser imposible.

- Una duda: ¿Cuanto más te cobra el nutricionista más te esfuerzas por cumplir sus recomendaciones?

-No me lo parece. Mi experiencia me indica lo contrario.

- ¿Los dietistas imponen dietas que ellos mismos no están dispuestos a cumplir?

-No debemos imponer dietas con grandes restricciones. Hay que trabajar en pautas que perduren en el tiempo y tengan en cuenta el estilo de vida de cada persona. Mi recomendación es simple: un 80 por ciento de la dieta debe ser saludable, y el 20 por ciento restante puede ser flexible para pequeños caprichos.

- ¿En qué medida un libro de un nutricionista bebe de las enseñanzas de sus pacientes?

-Sin duda, siempre se aprende de los pacientes. Gracias a ellos fui cambiando el método de trabajo en la consulta, viendo cuáles son las dificultades a la hora de perder peso y perfilando las mejores maneras de solucionarlos. Un libro creo que es bueno si transmite la experiencia que uno lleva dentro.

- ¿Qué piensa cenar hoy?

-Una de las recetas de mi libro.

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