"Me ataron las manos a la espalda, las piernas, me taparon la boca y me pusieron boca abajo". Es el testimonio de la empleada del hogar del piso asaltado el 10 de diciembre de 2015 por cuatro hombres que agredieron al dueño y se llevaron 51.000 euros en efectivo de la vivienda.

La trabajadora fue una de las testigos llamadas a declarar hoy en el juicio cuya última sesión tendrá lugar mañana. En la jornada de hoy, la asistenta rememoró como los hombres llegaron a la vivienda y esperaron a los propietarios para asaltarlos y amenazarlos. "Dijeron que sabían donde estaban sus hijos para amedrentarlos", explicó ante la sala.

Por la sección segunda de la Audiencia Provincial pasó también el hijo del empresario agredido, el cual ratificó la sospechas que llevaron a la acusación particular a sentar en el banquillo a un constructor conocido de la familia. "Desde 2008 dejó de trabajar para nosotros y unos meses antes del robo retomó contactos para un supuesto negocio, pero hacía demasiadas preguntas personales", indicó el testigo.

La acusación sospecha que el empresario pudo haber orquestado el robo en colaboración con el asesor Víctor Mallada, fallecido en prisión hace unos meses, donde cumplía condena por otros delitos. Las víctimas insisten en que el constructor conocía los planos de la vivienda y los asaltantes fueron directamente a por la caja fuerte, es decir, sabían donde estaba.

También declaró el hombre que Víctor Mallada utilizó para alquilar un piso en el mismo bloque de viviendas para, supuestamente, preparar el golpe. El testigo dijo que se enteró de que el alquiler estaba a su nombre cuando ya estaba avanzada la investigación. Por su parte, el dueño del piso alquilado indicó que si bien había cobrado el alquiler durante varios meses, cuando empezaron los impagos se percató de que los consumos de luz y agua eran nulos.

Las investigaciones apuntan a que se trataba de un piso franco para preparar el robo. Los asaltantes habría estudiado con tiempo la manera de acceder a la vivienda del asaltado. Para ello trucaron el ascensor que únicamente daba acceso a la vivienda del empresario y una vez allí le esperaron para golpearle violentamente y forzarlo a entrar en la casa.

En total son cinco los acusados del caso. La Fiscalía acusó a un delincuente común al cual se le encontraron su vivienda varias joyas sustraídas en la vivienda. Asimismo el ministerio público sentó en el banquillo a la pareja de esta por un supuesto delito de encubrimiento. Por su parte, la acusación particular solicitó la imputación de otros tres individuos, el constructor señalado por la familia y otros dos hombres que fueron detenidos en su día por protagonizar un asalto similar a un empresario de León.