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El abrazo de la música y el arte

Alumnos del CAI del Naranco pintan cuadros acompañados por clarinetistas en el programa "ValorArte"

Noelia Martínez Menéndez pinta mientras los músicos tocan al fondo. IRMA COLLÍN

La música, las artes plásticas y la educación en valores se dan la mano en un proyecto promovido por los clarinetistas del Conservatorio Musical Superior del Principado de Asturias (Consmupa) en colaboración con el Centro de Apoyo a la Integración (CAI) del Naranco. Un total de 15 músicos del conservatorio y 14 artistas usuarios del centro ofrecerán en el teatro de Pumarín varios conciertos entre el 20 y el 24 de abril destinados a los alumnos de los centros educativos ovetenses, en el que establecerán un diálogo entre la música y la pintura. Es el programa "ValorArte".

Mientras los músicos interpretan piezas de autores clásicos, los alumnos realizan en directo cuadros con la técnica del expresionismo abstracto. Un ensayo de la actuación tuvo lugar ayer por la mañana en la sede del CAI del Naranco, con la presencia entusiasta de alumnos del centro entre el público, y en él se pudo apreciar ya lo mucho que disfrutan tanto músicos como artistas compartiendo escenario.

Como explicaba el profesor de clarinete y director musical Alberto Veintimilla, la iniciativa quiere servir, además, como vehículo para educar en unos valores -de ahí el nombre "ValorArte"- "de los que la sociedad está en déficit". Se interpretan seis piezas asociadas a otros tantos valores: W. A. Mozart, la naturalidad; Igor Stravinsky, el respeto; Aaron Copland, la reflexión, Marcelino García Sal, la cordialidad, Johann y Joseph Strauss, la fraternidad, y Johan Strauss, la concordia. Y además de educar en estos valores, se trata de que los artistas sientan su propia validez, y se realicen mientras pintan.

La responsable de arte del CAI, Mercedes Rodríguez Arias, señala que al pintar en vivo la actividad trasciende la pura interpretación artística estática y se convierte en una "action painting", donde el movimiento del cuerpo de los artistas, y la soltura con que realizan los trabajos trabajan poderosamente en su beneficio. Rodríguez concluye que es "una colaboración maravillosa", que consigue la inclusión y la participación de las personas con discapacidad, y de paso hace partícipes del hecho artístico a los alumnos de los colegios de Oviedo.

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