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Los estrechos lazos entre Oviedo y Santander

La relación entre las capitales asturiana y cántabra fue muy fluida a principios del siglo XX, hasta el punto de que el alcalde montañés fue nombrado hijo adoptivo

La avenida de Santander en Oviedo.

Con ocasión de un viaje a Santander hace unas semanas, acompañando a una embajada de Cudillero a presentar el último número de la excelente revista "Baluarte" que edita anualmente la asociación de "Amigos de Cudillero", tuve la oportunidad de entregar al Presidente del Centro Asturiano de Santander, informaciones históricas de la prensa regional asturiana relativa a los Centros de Santander, Torrelavega y Reinosa.

En dicho acto, con la presencia de Gema Igual alcaldesa de la capital cántabra, recordé la aportación de Santander, la segunda más importante después de San Sebastián, a los huérfanos y familiares damnificados de Oviedo por la Revolución de Octubre de 1934 y la buena relación que siempre existió entre ambas capitales desde hace más de un siglo.

En la actividad folklórica llama la atención, en las primeras décadas del XX, las visitas a la capital cántabra de los orfeones de Oviedo, siempre colmadas de atenciones por parte de nuestros vecinos. Actualmente, es notoria la aportación de cantantes de tonada de Cantabria al Concurso y Muestra "Ciudad de Oviedo", concretamente del valle de Limasón, cercano a Asturias, cantera inagotable de cantantes de canción asturiana.

El viaje de la Extensión Universitaria en 1909. En la primavera de 1909, la Extensión Universitaria de Oviedo organizó un viaje de los estudiantes ovetenses a Santander. El trato dispensado a los excursionistas fue altamente elogiado, según refiere el acta del Pleno de la Corporación ovetense de 4 de junio de 1909. Fueron recibidos por 10.000 personas y durante el trayecto por las calles santanderinas, fueron interceptados por miembros representativos de varios Ayuntamientos como el de Torrelavega o San Vicente de la Barquera en un desfile plagado de muestras de adhesión a los ovetenses del público de la ciudad santanderina. Como muestra de agradecimiento a tal comportamiento, el Ayuntamiento ovetense tomó dos acuerdos relevantes. El primero de ellos fue bautizar con el nombre de "Avenida Santander" a la vía que va desde la Estación del ferrocarril del Norte a la del Cantábrico para perpetuo recuerdo del pueblo hermano y como vínculo de unión entre Oviedo y Santander".

Además, el alcalde José García Braga propuso a su vez que se nombrase hijo adoptivo como testimonio de eterna gratitud, al alcalde de Santander, Luis Martínez Fernández, por el apoyo y solicitud demostrado con la Comisión del Ayuntamiento, excursionistas de la Extensión Universitaria y en general por la cooperación prestada al cambio de relación entre Asturias y la capital montañesa.

También se acordó la colocación en la Avenida de Santander una lápida especial, autorizando al alcalde para hacer el gasto correspondiente.

Hay que señalar que el Ayuntamiento de Santander, ya se había adelantado al ovetense para dedicarle una calle a Oviedo en su callejero. Sorprende, de cualquier forma, el acuerdo a todas luces desproporcionado, del Consistorio de Oviedo, de nombrar Hijo Adoptivo al alcalde de Santander, por muy caluroso que hubiera sido el recibimiento a la embajada de Oviedo.

En el citado año de 1909 sigue la "luna de miel" entre ambas ciudades. Por San Mateo, Oviedo invita al alcalde y a los concejales del Ayuntamiento de Santander a las fiestas. Posteriormente en octubre, se recibe un telegrama agradeciendo las múltiples muestras de afecto y obsequios recibidos en Oviedo.

Con ocasión del regreso en 1909 del profesor Rafael Altamira de su jira triunfal por Hispanoamérica, le fue tributado a su llegada a Santander un cariñoso recibimiento, en el que estuvo representado el Ayuntamiento de Oviedo invitado por la Corporación cántabra y se van a cruzar de nuevo telegramas de agradecimiento entre ambas capitales.

Oviedo por su parte va a tributar posteriormente otro destacado homenaje al ilustre profesor alicantino y en reciprocidad se va a invitar al Ayuntamiento santanderino. Altamira había conseguido la cátedra de Historia del Derecho en la Universidad de Oviedo en 1897 y más tarde tendría su calle en la capital asturiana.

Por bastantes menos razones un siglo después, Oviedo se hermanó con varias ciudades del mundo hoy olvidadas. En la actualidad me consta la buena sintonía entre la alcaldesa de Santander y el alcalde de Oviedo, y se presenta una buena oportunidad de recuperar y reforzar aquellos los vínculos históricos forjados hace 111 años.

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