El estudio y la excavación del yacimiento paleolítico de La Manjoya sigue pendiente de la autorización del Principado once meses después de su descubrimiento. La Dirección General de Patrimonio aún no ha dado luz verde al proyecto presentado por el anterior gobierno local tripartito cuando se hallaron cinco piezas del Paleolítico Medio en las inmediaciones del bosque de la Zoreda de manera casual, durante las tareas de jardinería y saneamiento de un plan de empleo municipal. Tampoco el actual equipo de gobierno del Ayuntamiento, formado por PP y Ciudadanos, ha movido ficha para agilizar el proceso ni ha preguntado por el yacimiento.
El único avance se produjo en verano. El Museo Arqueológico de Asturias recibió las cinco piezas para su custodia junto a un informe preliminar firmado por Alfonso Fanjul, el arqueólogo que supervisó el hallazgo. Era una raedera (una herramienta hecha a partir de una lasca), un hacha bifaz, un protobifaz (más rudimentario que el anterior), un núcleo de piedra y un hendidor (similar a un hacha). Sin embargo, los restos siguen pendientes de un estudio que determine su datación exacta y si pudieron pertenecer o no a una población neandertal. Lo mismo ocurre con el terreno en el que aparecieron, donde es necesario excavar para realizar un estudio detallado de la estratigrafía que permita conocer el clima, la fauna y la flora.
El anuncio en abril de 2019 del hallazgo de útiles del Paleolítico Medio en las inmediaciones del bosque de La Zoreda que probarían la existencia de una población neandertal puso en jaque a parte de la comunidad de expertos en la materia por no estar de acuerdo con las aseveraciones del equipo que supervisó el saneamiento y limpieza del terreno. La principal crítica radicó en la aseveración de que allí hubo neandertales en base al tipo de talla de las piezas. Los expertos echaron en falta un estudio de la estratigrafía y pidieron separar la fase evolutiva del hombre de la cultural a la hora de hacer dataciones.
