El Palais está de luto. El barrio ovetense llora la muerte de Eugenio Rivera, un vecino muy activo cuyas movilizaciones consiguieron, según los colectivos vecinales de la zona, convencer al Ayuntamiento para acometer varias obras "indispensables" para dar dignidad a "uno de los rincones olvidados de Oviedo" como solía decir el fallecido.

Rivera tenía 69 años y en los últimos se había apartado de los movimientos vecinales debido a unos problemas de salud que se agravaron tras sufrir un ictus en 2017 y acabaron el pasado jueves con el peor de los finales. Pese a todo, seguía preocupado por un barrio en el que en los últimos años se consiguieron importantes inversiones para urbanizar las calles más abandonadas. "Era un luchador incansable a la hora de reclamar para el Palais", comenta Fernando Ibáñez, del colectivo Vecinal Ventanielles.

Rivera fue uno de los primeros vecinos en trasladarse al Palais y su identificación con la zona siempre fue total. Deja mujer, una hija y un nieto, pero sobre todo una impronta y manera de pelear por causas justas que le reconocen quienes le conocían. "No paraba de mandar escritos al Ayuntamiento y a LA NUEVA ESPAÑA para reclamar mejoras necesarias para todos", explican.

Obra ansiada

Trabajador jubilado de Obras Públicas, su principal satisfacción fue ver cómo entre finales del pasado mandato y comienzos de este se culminaba una obra para mejorar el acceso al barrio con una inversión de 545.000 euros. "La pena es que no pudo disfrutarla casi nada", se lamenta un vecino del mismo portal del fallecido.