A falta de procesiones, los niños cofrades de Oviedo tiran de creatividad y pericia con los lápices y colores para representar su particular Semana Santa desde el confinamiento. Cofradías como la del Jesús Cautivo han animado a sus integrantes más menudos a pasar las vacaciones de estas fechas haciendo obras de arte caseras, con los capuchones y las imágenes de santos y vírgenes como principales protagonistas.
Los primeros trabajos comenzaron de cara al Domingo de Ramos, pero la actividad se ha intensificado a lo largo de la semana, una vez que los menores han quedado libres de las tareas encargados por sus profesores por internet, al quedarse estos días de vacaciones. "Además de jugar y cantar, ven en esta actividad una manera de entretenerse y aprender sobre las tradiciones", indica María Milans del Bosch, madre de Beatriz, Joaquín y Ana González, de 13, 9 y 6 años, respectivamente. Todos ellos presumían ayer en su casa de la calle Cardenal Cienfuegos de las obras ya rematadas, como buenos "incondicionales" de las procesiones ovetenses.
También tomaron parte de esta iniciativa los hermanos Cristina y Víctor Manuel Fernández. En este caso fue la hermana mayor, de 7 años, la que ejecutó el dibujo con ayuda de su madre, mientras que el pequeño, de tan solo cinco años, se limitó a ayudarlas. "Es muy pequeño y todavía no entiende muy bien lo que significa la Semana Santa", explicó Cristina Alonso, la madre de estos dos jóvenes cofrades que forman parte tanto de la Hermandad del Jesús Cautivo como de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno. "A pesar de no haber procesiones, el domingo hicimos nuestro ramo", comenta una Alonso que, al igual que el resto de ovetenses, vive este año una Semana Santa "atípica" desde su casa de la Avenida del Mar.
