El Ayuntamiento de Oviedo sabe que las medidas de seguridad establecidas para luchar contra el coronavirus hacen "prácticamente imposible" que las fiestas de San Mateo puedan celebrarse con normalidad -al menos si se mantienen los niveles de protección previstos en el plan de desescalada-, pero el equipo de Gobierno no tira la toalla y estudiará todas las alternativas posibles para evitar que los ovetenses se queden sin celebraciones a finales de septiembre. La concejala de Festejos, la popular Covadonga Díaz, asegura que una de las posibilidades que se están barajando es la de repartir las actividades del programa por los distintos barrios de la ciudad con el fin de evitar que se produzcan aglomeraciones en el centro. Así lo explicó tras un encuentro con el colectivo vecinal SOS Viejo Hospital, que le planteó esta posibilidad, como adelantó ayer LA NUEVA ESPAÑA.

Díaz reconoce que esta fórmula sería ahora mismo la única alternativa "estudiable" para salvar San Mateo. "En los próximos días voy a mantener una reunión con los técnicos de prevención y se pondrá sobre la mesa este tema para ver si es posible. Hay que reconocer que unas celebraciones al uso son inviables en estos momentos", explica la concejala. No obstante, el Ayuntamiento no ha dejado de trabajar en la organización de los festejos y no descarta cualquier escenario de aquí a septiembre. "Ya estamos trabajando en la elaboración de los pliegos y en la programación con la máxima responsabilidad y rigor. La maquinaria sigue funcionando, pero teniendo siempre en cuenta la evolución de la pandemia en las próximas semanas", dice Covadonga Díaz. "Ahora mismo sería una irresponsabilidad total decir que San Mateo va a celebrarse porque no podemos saberlo. Lo que está muy claro es que este equipo de Gobierno va a seguir a rajatabla las recomendaciones de las autoridades sanitarias y en ningún momento va a poner en peligro la seguridad de los ciudadanos", añade la edil de Festejos.

Lo que parece estar muy claro es que, en caso de que haya fiestas, no van a ser ni parecidas a las que están acostumbrados los ovetenses. Clásicos como los chiringuitos, los grandes conciertos de la Losa del año pasado o las actividades para los niños en el Campo San Francisco no serían posibles con las medidas de seguridad que se prevén. "Los aforos serán reducidos, ya que a día de hoy las autoridades restringen a 800 personas sentadas la asistencia en espacios abiertos desde el 25 de junio. Lo más seguro es que en septiembre no se permitan aglomeraciones. No se puede meter a un montón de niños en el Campo como ocurrió el año pasado, por eso estamos estudiando llevar las actividades a los barrios y diversificar", añade la edil, que no descarta la posibilidad de que se celebren conciertos con público limitado en diferentes ubicaciones de la ciudad.

La asociación SOS Viejo Hospital ya había propuesto que las fiestas se llevasen a los barrios y ayer le pidió a la concejala que el parque del Truébano -en el Cristo- sea una de las zonas que acoja actividades festivas si prospera el modelo. Díaz destaca "la buena sintonía" que hubo durante el encuentro y explica que volverá a reunirse con los responsables de SOS Viejo Hospital durante la primera quincena de junio. Además, la concejala se comprometió a valorar la propuesta de la plataforma con sus compañeros del equipo de Gobierno y los técnicos municipales.