Mayor participación de todos los partidos y más ambición en cuanto a apoyos a los damnificados por los efectos del coronavirus. Esas fueron las dos principales reivindicaciones de los grupos de la oposición durante las reuniones bilaterales mantenidas ayer con el equipo de gobierno (PP y Cs) para que se les dieran a conocer los entresijos del plan de recuperación económica y social para la ciudad. El alcalde, Alfredo Canteli, recibió a los portavoces, pero sin llegar a participar en las reuniones. Eso sí, aprovechó los cortos diálogos con ellos para intentar convencerles de que den el visto bueno a su paquete de medidas.

Las reuniones se celebraron de manera escalonada, por orden descendente de representación, a partir de las diez de la mañana. El primero en llegar fue el portavoz socialista y exalcalde, Wenceslao López. Tras saludar a Canteli, entró acompañado de la también edil del PSOE Ana Rivas al encuentro con los concejales populares Javier Cuesta, Mario Arias y Leticia González. El edil de Cultura, José Luis Costillas (Cs), se incorporó unos minutos tarde.

Tras la reunión, López agradeció el gesto del gobierno de invitarle a conocer el plan, pero criticó la ausencia de su sucesor en la Alcaldía en la reunión y la demora a la hora de presentar medidas de reactivación. "Llega tarde y a diferencia de otros ayuntamientos, incluso gobernados por el PP, es un plan cerrado y con pocas posibilidades de hacer aportaciones", apuntó el socialista.

Controlar la eficiencia

Desde el PSOE trasladaron varias propuestas al gobierno local, destacando la necesidad de crear "un control de mando" sobre el gasto que sufragarán en los próximos meses las arcas municipales. "El plan puede ser un desmadre en cuanto eficiencia", advirtió el portavoz del grupo mayoritario de la oposición respecto a la necesidad de unos controles para los que pidió tener en cuenta a las organizaciones sociales. "Son las que deben medir que el dinero llega a tiempo", sostuvo López.

Tras López, pasó por la Alcaldía Ana Taboada. La portavoz de Somos llegó a las once y, tras saludar a Canteli, asistió a una proyección de diapositivas en la que el concejal de Economía, Javier Cuesta, llevó la voz cantante. Taboada calificó el plan de "poco ambicioso" porque, según indicó, dedica la mitad de fondos que los de otras ciudades similares. También echó en falta "diálogo con las entidades sociales" y calificó las medidas de "poco claras". Además, lamentó que solo se dediquen 25.000 euros a la Cocina Económica y pidió una convocatoria adicional de becas para ampliar la cobertura de ayudas a las familias.

La última en acudir a la llamada del Gobierno fue la portavoz de Vox, Cristina Coto. La representante del partido de Santiago Abascal a nivel municipal fue la más benévola con el ejecutivo local, pero también trasladó algunas críticas. Coto coincidió con Somos en apuntar a la escasa ambición del plan, pero culpó de la falta de más fondos a los gobiernos socialistas de Pedro Sánchez y Adrián Barbón. A juicio de la edil de Vox," las líneas de acción del paquete de medidas impulsado por Canteli se centran en los sectores más castigados, lo cual considero digno de reconocimiento". No obstante, Cristina Coto no dudó en reprochar al gobierno de Canteli que en su día rechazara su propuesta de reclamar un estatuto de capitalidad a través del cual Oviedo sería beneficiaria de más financiación por su condición de capital del Principado de Asturias.