Las piscinas del Parque del Oeste son las más avanzadas tecnológicamente del mundo. Así lo afirmó ayer el director de la empresa que se ha encargado de la puesta en marcha de un sistema anti ahogamiento como adjudicataria del contrato municipal de socorristas, paralizado por la pandemia desde marzo. La exclusividad del invento reside en que combina dos avances: un dispositivo que avisa al socorrista cuando un nadador está bajo el agua más de 30 segundos y una pantalla que informa al usuario en tiempo real sobre la distancia que está nadando, la velocidad a la que lo hace y cuánto tiempo lleva en la piscina. En palabras de la concejala de Deportes, Conchita Méndez, "es un apoyo para los socorristas y un seguro ante cualquier desmayo, accidente o pérdida de conocimiento en el agua".

Su funcionamiento es sencillo. Todos los usuarios -particulares o de equipos federados- recibirán un pequeño dispositivo al llegar a la piscina que deberán enganchar al gorro o a la cinta de las gafas. El artilugio emite una señal que llega hasta un reloj o un colgante del socorrista y a una gran pantalla instalada al fondo. En caso de que el nadador tarde más de lo normal en sacar la cabeza del agua (el tiempo es revisable), el profesional sentirá una vibración y al mirar la pulsera sabrá en qué punto exacto está esa persona. Además, el usuario podrá ver sus tiempos y marcas personales en la pantalla e incluso descargarse un app para comprobarlo por su cuenta. El sistema -sólo para piscinas cubiertas- se instalará también en las piscinas de La Corredoria, que abrirán en julio.

"Hasta ahora había sistemas de prevención de ahogamiento y registro de tiempos, pero nunca de manera simultánea. Además, hemos añadido otra funcionalidad por el covid-19. Cuando dos personas estén más cerca de la distancia permitida, el socorrista recibirá una notificación", explica Javier Bosch, el director de la empresa autora del sistema, NAGI Smartpool.