José Luis Díaz Ramos, el único acusado de asesinar con un arma blanca a José Manuel Fernández, más conocido como "Lolín", el 27 de junio de 2017 en el edificio de Salesas, ya puede respirar tranquilo. El Tribunal Supremo ha ratificado el fallo del Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA) de julio del año pasado que, a su vez, confirmaba la sentencia de seis meses antes con la que un jurado popular lo declaró no culpable con siete votos a favor y dos en contra.

La familia de la víctima, que tuvo una agonía larga y dolorosa tras ser apuñalado en el cuarto de basuras del inmueble que alberga 298 viviendas, agotó todas las vías judiciales para tratar de dar con el culpable de su muerte. Sin embargo, un auto de inadmisión del recurso del Supremo deja claro que el fallo del jurado estuvo "suficientemente motivado". En consecuencia, desestima al recurso que la acusación particular fundamentaba en la existencia de numerosas contradicciones en los puntos votados por los miembros del jurado.

El auto de la sala de lo Penal del Supremo, en la que aparece como ponente el juez Manuel Marchena, da por bueno el criterio del TSJA y no ve motivos jurídicos para pasar de una absolución a una condena para un procesado para el que se pedían 25 años de cárcel. La resolución ratifica la libertad del acusado, que en su día defendió su inocencia a través de una carta enviada a LA NUEVA ESPAÑA, y deja sin resolver el extraño crimen, para descontento de la familia del fallecido.

El procesado, ovetense de 53 años, pasó año y medio en prisión. El testimonio de una vecina y de la hermana de la víctima, apuntando a que había amenazado previamente a "Lolín", hizo que la investigación apuntase hacia él como autor del crimen. Sin embargo, el jurado popular constituido en la Audiencia Provincial consideró que no se podía probar la autoría por parte de José Luis Díaz Ramos. Siete votos a favor de la absolución y dos en contra fueron el balance definitivo, tras demostrarse en el juicio que no había muestras de ADN del presunto asesino en el cuerpo de la víctima. Tampoco se pudo probar su presencia en el cuarto de basuras donde tuvo lugar el asesinato en la madrugada del 27 de junio de 2017.

La acusación particular y la Fiscalía se aferraron a las contradicciones de las votaciones del jurado en diferentes apartados para reclamar la revisión y de la decisión, pero tanto el TSJA como el Supremo coinciden en que dicho fallo estuvo perfectamente motivado. Las posibles incorrecciones de la sentencia no restan validez a la absolución.

La familia de "Lolín" ve así zanjadas sus aspiraciones de justicia. Desde el primer momento, su hermana Marisol Fernández anunció que agotaría todas las vías legales, además de pedir, sin éxito, la ampliación de la investigación.