Los profesionales del Centro de Salud de La Corredoria reclaman al SESPA más personal para hacer frente a una carga de trabajo que ya era excesiva antes de la pandemia, pero que ahora se ha vuelto casi insoportable. El ambulatorio espera desde hace más de un año la incorporación de un médico de familia y una enfermera que el Servicio de Salud del Principado le concedió para aliviar el peso laboral y mejorar la calidad asistencial.

El centro de salud atiende a más de 21.500 personas; 18.000 adultos, 3.500 niños y un número variable de usuarios desplazados de otras comunidades. El ejemplo de que el personal es insuficiente está en Pediatría, con tres médicos y medio para todos los menores. El término "medio" responde a que hay un profesional compartido con el Centro de Salud Naranco. Además, el coronavirus ha empeorado la situación en todas las áreas, incluida la de Administración. El sistema asistencial ha cambiado por completo al incluir un pretriaje. Es decir, un cribado de la sintomatología de los pacientes más exhaustivo que el triaje para evitar contagios de covid-19 que cambia el protocolo asistencial de los usuarios susceptibles de padecer coronaviris y que añade un triaje más, el respiratorio.

Buena parte del personal del Centro de Salud de La Corredoria ha asumido nuevas tareas y el trabajo atrasado se acumula. Debido al confinamiento, los niños perdieron revisiones y vacunas y los adultos con enfermedades crónicas dejaron de asistir a las revisiones propias de sus patologías. Ahora, es necesario citarlos de nuevo y recuperar el tiempo perdido.

"No damos abasto". Ese ha sido el grito de ayuda que una representación de la plantilla actual del ambulatorio ha dado esta mañana frente al edificio mientras sostenían una pancarta con el lema "El SESPA no cumple. C.S. La Corredoria, abandonado".