El gasto de 2.100 millones de euros previsto para los nuevos 8x8 del Ejército que se van a construir en la Fábrica de Armas de Trubia sigue presente en el debate político nacional. En respuesta a una interpelación parlamentaria de Vox sobre el impacto que este programa tendrá en el empleo en unos tiempos especialmente complicados, el vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias (Podemos), mantiene su visión crítica sobre el encargo, aunque lo asume por tratarse de un compromiso heredado.

En concreto, en una entrevista realizada durante la cuarentena por el coronavirus, el líder de la formación morada ya afirmó que, a su entender, "no hay nadie en el Ejecutivo que piense que la prioridad deba ser gastar en tanques o aviones de combate". Es más, para Iglesias habría llegado la hora de "empezar a hablar" en el marco de la comisión de reconstrucción del Congreso "de unos nuevos Presupuestos", donde "el centro o la clave de gasto sea proteger a la gente y no tanques".

Poco después, y en sede parlamentaria, Margarita Robles respondió a las críticas de su compañero de gabinete, aunque sin llegar a nombrarlo en ningún momento. A juicio de la ministra de Defensa, la postura de Iglesias respecto a los blindados obedece a "un cierto desconocimiento". Así, entre otros argumentos a favor, Robles incidió en el empleo que generará este contrato, que podría firmarse a lo largo del presente mes,

La Ministra subrayó que el proceso de fabricación y posterior mantenimiento de los nuevos 8x8 va a generar cientos de empleos "vitales" para Asturias, Sevilla o el País Vasco. Concretamente, 600 directos y otros 1.600 indirectos, precisó.

Robles también ha hecho frente en el Congreso y en el Senado a la ofensiva lanzada por las fuerzas independentistas catalanas para tratar de tumbar el contrato de los nuevos 8x8 para el Ejército, considerado clave para el futuro de la fábrica trubieca.