Ni era un vertido procedente de alguna vivienda ni tampoco tenía que ver con las prácticas de movimientos de tierras de la Fundación de la Construcción. El aparente vertido detectado por vecinos de Ribera de Arriba en el Nalón, a la altura del puente de Palomares, en Bueño, en la zona del Esquileru no era más que el resultado de las batir de las aguas y el calor.

Esa es, al menos, la explicación de los agentes del Seprona desplazados a la zona esta semana tras ser alertados por el Ayuntamiento de Ribera de Arriba. Los agentes analizaron el agua, y ni su color ni el olor indicaban que se tratara de alguna sustancia extraña. Los agentes indicaron que las altas temperaturas y el batir de las aguas en ese tramo, donde se forman remolinos, habrían originado la espuma.